ROMA.- El Papa Juan Pablo II se asomó esta noche a la ventana de sus dependencias privadas del Vaticano para ver los fuegos artificiales con los que le agasajó la ciudad de Roma por sus 25 años de pontificado.
Después de una ardua jornada, en la que volvió a dar nuevas muestras de su débil estado de salud durante la larga ceremonia de beatificación de la Madre Teresa de Calcuta, el Pontífice tuvo la voluntad de no faltar a esta cita festiva de su aniversario.
Miles de personas le aclamaron, cuando le vieron aparecer en la ventana, desde la plaza de San Pedro, uno de los lugares escogidos por romanos y turistas para ver el lanzamiento de los fuegos artificiales desde la vecina colina del Gianicolo.
El Santo Padre siguió todo el espectáculo pirotécnico, acompañado de música clásica, desde la ventana de su estudio, que permaneció iluminada para la ocasión.
A partir de mañana, Juan Pablo II inicia una nueva semana llena de acontecimientos, con la celebración el martes y el miércoles del consistorio para el nombramiento de nuevos cardenales, en medio de la preocupación por su cada vez más precario estado de salud.
Durante la ceremonia litúrgica de hoy en la Plaza de San Pedro, por primera vez en su largo pontificado no puedo leer ni siquiera una parte mínima de la homilía.