BUCAREST.- El primer ministro rumano, Adrian Nastase, anunció hoy que ha aceptado las dimisiones de la ministra para la Integración Europea, Hildegard Puwak, el ministro de Salud Pública, Mircea Beuran, y el ministro Secretario General del Gobierno, Serban Mihailescu.
La dimisión de los tres ministros se produjo un día después del referéndum sobre la reforma de la Constitución y tras verse implicados últimamente en escándalos de corrupción, por lo que su renuncia había sido exigida reiteradamente por la oposición.
El anuncio del cese tuvo lugar al término de una reunión de la directiva del gubernamental Partido Social (PSD) hoy para analizar los resultados del referéndum celebrado este fin de semana sobre la reforma de la Constitución rumana, conforme con las exigencias de la Unión Europea y la OTAN.
Nastase declaró que aceptó la dimisión de los tres ministros para ’’eliminar ciertas suspicacias’’ que afectaban a la imagen del Gobierno, aunque subrayó que continuarán siendo militantes del partido.
Hildegard Puwak es investigada por la Comisión Europea y por la Fiscalía Nacional Anticorrupción (FNA) por malversación de fondos de la Unión Europea por dos firmas dirigidas por su hijo y su esposo, dentro del programa Leonardo da Vinci de formación profesional.
Beuran también estuvo involucrado en un escándalo tras probarse que plagió varios trabajos de investigación en EEUU y Francia, por lo que fue excluido del profesorado de la Facultad de Medicina de Bucarest.
Serban Mihailescu, apodado ’’Miky Spaga’’ (Miky Soborno), es por segunda vez objeto de investigaciones de la FNA, después de que subordinados suyos se vieran implicados en escándalos de corrupción.
Los tres ministros serán reemplazados temporalmente por Vasile Puscas en Integración Europea, Ionel Blanculescu en Salud Pública, y Eugen Bejenariu en la Secretaría General del Gobierno.
El Partido Demócrata había pedido ayer en pleno referéndum la dimisión del Gobierno, mientras que los analistas políticos destacaron que la baja afluencia a las urnas de los rumanos es una reacción contra la corrupción de las autoridades y la pobreza.
A finales del primer día del referéndum sólo había votado el 14 por ciento de los rumanos, mientras que domingo al mediodía se había pronunciado sólo el 23 por ciento.
Al final votó el 55,16 por ciento de los casi 18 millones de rumanos inscritos en las listas electorales, y según los primeros resultados parciales el 89,59 por ciento dio su aprobación a la necesaria reforma constitucional.
