LA PAZ.- Los campesinos del Movimiento Sin Tierra (MST), que ocuparon el fin de semana propiedades de familiares del ex Presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada en La Paz, anunciaron hoy que podría ocurrir lo mismo en otros departamentos.
Los labriegos tomaron una hacienda en la localidad altiplánica de Collana de la sobrina de Sánchez de Lozada y en la zona de los Yungas intentaron ocupar propiedades agrícolas y mineras del ex Mandatario y otras autoridades.
En Yungas, los lugareños expulsaron a los campesinos ocupantes, mientras que en Collana los agricultores aseguraron que no dejarán la hacienda, en la que ya han comenzado a administrar la producción lechera.
La hacienda Collana fue tomada por segunda vez este año ante el incumplimiento de los compromisos asumidos por el Gobierno de Sánchez de Lozada para la titulación y reversión de tierras colindantes a esta propiedad que reclaman los campesinos del MST.
El director del Instituto de Reforma Agraria (INRA), Rene Salomón, encargado del proceso, dijo a radio Panamericana que los plazos para el reordenamiento y saneamiento de tierras no se han cumplido y están en los términos establecidos.
"Estamos llevando adelante más de 30.000 procesos agrarios en Bolivia en el proceso de saneamiento y cada uno de ellos depende mucho de la voluntad de la gente, y me refiero específicamente a que si dos partes no se ponen de acuerdo a definir un derecho y especialmente los límites pues nuestro trabajo va estar siempre retrasado", explicó.
El nuevo Gobierno de Carlos Mesa conovocó ayer a un diálogo a los campesinos que tomaron Collana a fin de hallar una solución al problema de la ocupación.
Por su parte, el líder del MST Angel Durán dijo que acepta la invitación del Ejecutivo, pero aclaró que la toma de propiedades se generó por el incumplimiento de acuerdos y convenios.
Señaló que existen otras propiedades de empresarios y políticos que pertenecen al régimen anterior que deben ser revertidas.
Las protestas que asolaron durante un mes al país del altiplano culminaron con la renuncia de Sánchez de Lozada a la presidencia de Bolivia y su reemplazo por su vicepresidente Carlos Mesa, así como con un total de 80 muertos y 400 heridos.
