MOSCÚ.- Los 33 mineros rescatados hoy de la mina de carbón inundada en el sur de Rusia se recuperan ahora de las más de cuarenta horas pasadas a 700 metros de profundidad, pero no olvidan que 13 compañeros siguen perdidos en las entrañas de la tierra.
Nada más salir a la superficie, algunos pidieron cigarrillos para evitar el colapso nervioso tras más de 40 horas de infierno en la oscuridad, rodeados de agua y con un aire viciado que apenas podían respirar.
Ni siquiera sus familiares más cercanos pudieron acercarse a los rescatados, que fueron escoltados, cada uno, por un par de "especialistas" del Ministerio de Situaciones de Emergencia hasta las ambulancias que los esperaban, lo que añadió si cabe más angustia al final de la larga espera.
La mayor parte fueron trasladados inmediatamente a dependencias sanitarias, donde fueron aislados de nuevo para examinarlos y tratar de paliar los efectos de la hipotermia y la incertidumbre.
Tras culminar la evacuación de los mineros localizados a primera hora de la mañana, los equipos de rescate se centran ahora en los 13 operarios cuyo paradero se desconoce y por cuya suerte se teme, dos días después del accidente en la mina "Západnaya-Kapitálnaya" de Rostov.
En la tarde del jueves pasado, el derrumbe de la pared de uno de los pozos de acceso a la mina, que separaba a ésta de un lago subterráneo, liberó una tromba de agua que irrumpió en el complejo minero e inundó buena parte de sus galerías.
De las 71 personas que había en la explotación, 25 aprovecharon los primeros instantes para escapar en uno de los ascensores, que, al igual que el sistema de energía localizado a 650 metros de profundidad, dejó de funcionar con la avalancha de agua y lodo.
En las tareas de búsqueda participa un equipo de buzos, pues no se descarta que los mineros puedan encontrarse aislados en una galería o un corredor con la salida taponada por el agua.
A estas alturas de la operación de rescate, tampoco se descarta lo peor, es decir, que los mineros puedan haber sucumbido ante la crecida de agua y sus cuerpos ahora estarían atrapados en alguna de las galerías inundadas.
Otro equipo de salvamento de diez personas está centrando sus pesquisas en una de las galerías donde, según informaciones de los mineros rescatados, podrían encontrarse sus compañeros, sobre todo en la zona norte de la excavación minera.
Varios de estos especialistas "exploran" por delante del equipo principal en busca de indicios sobre el paradero de los desaparecidos y para alertar sobre el riesgo de derrumbe, muy alto debido a la acción demoledora que ha podido tener el agua en toda la estructura de la mina.
Este cuidado para evitar derrumbes ha obligado a emplear picos y palas a los mineros que trabajaban en la perforación de un túnel desde otra mina localizada a 60 metros de la "Západnaya", desde donde se intenta enlazar con la galería donde podrían encontrarse los compañeros desaparecidos.
Según los expertos del mando operativo de rescate, los mineros atrapados pueden estar, si siguen vivos, al límite de su aguante, debido a la falta de oxígeno en esas profundidades.
Por eso, tal y como indicó el gobernador de Rostov, Vladímir Chub, se está intentado insuflar aire en el interior de los pozos para aumentar las posibilidades de supervivencia en caso de que se alargue la búsqueda.
No obstante, según dijo ayer Vladímir Gorbátov, al frente de los trabajos de rescate, los mineros podrían sobrevivir hasta una semana bajo tierra si lograron refugiarse en una galería con suficiente aire.
Chub señaló a la prensa que hay informaciones sin confirmar que indican que entre los dos grupos de mineros atrapados (los rescatados hoy y quienes aún están en la mina) "hubo contactos" e incluso algunos de ellos pudieron reunirse.
Otras versiones recogidas por los canales de televisión rusos explicaron que el director y el subdirector de la mina, que se encuentran aparentemente en el grupo de 13 desaparecidos, pudieron contactar con los otros 33 mineros.
Sin embargo, después, siempre según esos datos sin confirmar, los directivos retornaron con sus compañeros refugiados en otra galería para poder ayudarlos, dada su experiencia y conocimiento de los intrincados laberintos de la "Západnaya".