TEHERAN, Irán.- Irán anunció que ha entregado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas los nombres de 225 presuntos miembros de Al Qaeda que detuvo y deportó a sus países de origen.
El vocero del ministerio de Relaciones Exteriores, Hamid Reza Asefi, dijo que Irán dio la lista de nombres al consejo el mes pasado. "Entregamos los nombres de 225 presuntos miembros de Al Qaeda que fueron arrestados luego de cruzar ilegalmente la frontera de Irán y posteriormente los extraditamos a sus países de origen", dijo Asefi.
Indicó que Irán también informó a las Naciones Unidas que 2.300 personas habían ingresado al país desde Pakistán entre octubre del 2002 y julio del 2003 y fueron devueltas a las autoridades de Islamabad.
Cuando se le preguntó cuántos presuntos miembros de Al Qaeda se hallaban detenidos en Irán, Asefi se negó a dar una cifra y dijo que tampoco podía revelar los nombres por razones de seguridad.
El ministro de Servicios de Inteligencia, Ali Yunesi, confirmó por primera vez en julio que Irán había capturado a "una gran cantidad de elementos de Al Qaeda", entre ellos miembros de importancia.
Pero Asefi negó versiones de que Irán haya arrestado a algunos de sus dirigentes, tal como lo señaló la prensa internacional. "Versiones sobre la presencia en Irán de ciertos miembros de Al Qaeda no son correctas", dijo Asefi. "Se trata de versiones basadas en especulaciones y rumores".
Funcionarios estadounidenses han dicho que, según informes de inteligencia, entre los miembros de Al Qaeda en Irán figuran Saif al-Adl, un importante agente de Al Qaeda al que se vincula con los atentados terroristas de mayo en Riad, Arabia Saudí; Abu Mohammed al-Masri, buscado en relación con los atentados contra dos embajadas de Estados Unidos en el este de África, en 1998; Abu Musab Zarqawi, a quien algunas agencias de inteligencia consideran el vínculo entre Al Qaeda y el derrocado líder iraquí Saddam Hussein; y Saad bin Laden, hijo mayor del fundador de Al Qaeda, el millonario saudí Osama bin Laden.
Se presume que los agentes de Al Qaeda huyeron a Irán desde la vecina Afganistán a fines del 2001 o comienzos del 2002, tras la caída del régimen fundamentalista islámico talibán, que había dado refugio a bin Laden.