BAGDAD.- Treinta y cuatro iraquíes murieron y por lo menos 224 personas resultaron heridas en los cinco atentados con coche bomba cometidos este lunes en Bagdad, según un nuevo balance comunicado por el jefe de la policía y viceministro del Interior iraquí, Ahmad Ibrahim.
Un balance anterior hablaba de 27 muertos y 70 heridos en los atentados contra la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y cuatro comisarías de policía en la capital iraquí.
Según el general Ibrahim, los muertos son 26 civiles y ocho policías, todos iraquíes.
En tanto, fuentes médicas de los nueve principales hospitales de la ciudad hablan de 42 muertos.
La cifra de víctimas mortales podría aumentar a lo largo del día, ya que muchos de los heridos están muy graves. Fueron evacuados rápidamente y sin control cuando estaban tendidos en el suelo de los diferentes puntos de la capital iraquí, donde la mañana resultó la más sangrienta de la posguerra.
Al menos diez iraquíes murieron y otros quince resultaron heridos, en un ataque suicida contra la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja, en el que constituye hasta el momento el atentado más cruento de los perpetrados hoy por la resistencia iraquí, según fuentes de la organización humanitaria.
Además, otras dos personas más murieron al circular en su vehículo junto a la sede de la Cruz Roja en el momento de la deflagración, según indicaron a EFE en el lugar de la explosión los testigos presenciales.
Según relató a EFE uno de los testigos, herido en brazos y piernas, una ambulancia se empotró a toda velocidad contra la puerta del inmueble que ocupa la sede del CICR, y destrozó el edificio y parte de las viviendas vecinas, en un momento en que los empleados acuden a trabajar.
"¿Qué clase de gente puede lanzar un ataque así contra una organización humanitaria como la CICR?", decía a EFE la portavoz de la organización en Bagdad, Nadia Domani, con los ojos cuajados de lágrimas.
Según Pascal Jansen, miembro del CICR, los muertos son dos guardias de seguridad iraquíes y ocho trabajadores que viajaban en un camión cuando una ambulancia cargada de explosivos estalló frente a la puerta de la sede, en el céntrico barrio bagdadí de Karrada.
Añadió que otros quince empleados iraquíes de la Cruz Roja resultaron con heridas de diversa consideración, mientras que el equipo de expatriados sólo tiene contusiones y heridas superficiales.
En un atentado similar, al menos ocho policías perdieron la vida al estallar un coche bomba conducido por un suicida hasta el primer puesto de control de la comisaría del distrito bagdadí de Al Amiriya, en el noroeste de la capital, según fuentes de la Policía local.
Al Amiriya fue una de las cuatro comisarías de policía iraquíes atacadas hoy en Bagdad.
En el centro de la capital, otros cuatro policías fallecieron bajo los escombros de la comisaría de Al Seidiya, en el distrito de Al Shaab, cuando otro terrorista al volante de un automóvil se inmoló junto al puesto de control y destrozó la fachada del edificio.
En este atentado, ocurrido también a primera hora de la mañana, también resultaron heridos tres soldados norteamericanos, uno de ellos de extrema gravedad, mientras que la cifra de heridos iraquíes se acerca a los cuarenta.
Más al oeste, en el barrio de Jadra, un cuarto suicida mató a tres civiles iraquíes y causó heridas a una quincena de personas, en su mayoría peatones, informaron a EFE fuentes militares norteamericanas.
Según el coronel Erik Namir, de la III Brigada Aerotransportada, dos soldados norteamericanos resultaron también ligeramente heridos cuando el suicida hizo estallar un vehículo-bomba en el puesto de control.
"El número de muertos puede elevarse bastante, ya que muchos de los heridos fueron traslados rápidamente en vehículos y ambulancias sin que se sepa si estaban muertos", explicó Namir.
Uno de los primeros ataques hoy ocurrió en una comisaria de la barriada de Al Bayan, en el sur de la capital, sin que hasta el momento se sepa con certeza el número de víctimas.
La sucesión de atentados comenzó a primera hora de la mañana con el lanzamiento de varios cohetes Katiuska contra el Palacio de Congresos de la capital, que fue alcanzado por dos proyectiles.
El edificio está ocupado por el centro de prensa de la coalición en Bagdad, pero según fuentes norteamericanas los proyectiles sólo han causado daños materiales.
Destrozos similares sufrió el Ministerio de Petróleo, Energía y Minería, atacado esta mañana, y único edificio ministerial que quedó intacto tras los masivos bombardeos de Estados Unidos a finales de marzo y principios de abril pasados durante la invasión del país.
Testigos presenciales informaron, además, de que cuatro proyectiles de mortero cayeron en un área residencial antiguamente ocupada por miembros de los servicios de seguridad del depuesto Sadam Husein, en el barrio meridional de Al Dura.
El ataque no causó víctimas, pero sí cuantiosos daños materiales, añadieron los testigos.
Además, un grupo de niños pereció en Bagdad cuando hizo explosión un artefacto abandonado en un patio, que era utilizado por las Fuerzas Armadas del dictador derrocado, según testimonios que no han podido ser verificados.
El comando central norteamericano en Bagdad también informó de la muerte de tres de sus soldados en sendos ataques perpetrados la noche del domingo, uno con bomba colocada en la carretera al paso de una patrulla militar en Bagdad, y otro con proyectiles de mortero lanzados contra la cárcel de Abu Gharib, en el oeste de la capital.