JERUSALÉN.- El partido derechista Likuk aparece como el gran perdedor en los comicios municipales que se celebran hoy en Israel, según los analistas, y de los que están excluidos las grandes ciudades, Jerusalén y Haifa, que escogieron a sus alcaldes el pasado junio.
Los observadores israelíes sostienen que el perdedor de las municipales será el poderoso partido Likud, que preside el primer ministro Ariel Sharón, que sufrirá descenso de sus alcaldes y representes municipales por la ausencia de candidatos atractivos, una serie de fracasos y la ausencia general de liderato.
Durante la campaña, tres ministros del Likud: el de Finanzas Benjamin Netanhayu; el de Asuntos Exteriores, Silvam Shalóm y el de Defensa, Shaul Mofaz, han participado en numerosos actos, aunque su interés se centró más en reforzar a las figuras en el partido, que en apoyar las elecciones locales, dicen los analistas israelíes.
En contraste con el Likud, el Partido Laborista puede mantener e incluso aumentar sus representantes locales a pesar de haber invertido en la campaña la mitad de dinero que el Likud, pero que ha decidido apoyar a candidatos independientes en varias localidades.
El partido de Centro, Shinui, que preside Tomy Lapid, hasta ahora ha sido inexistente en los gobiernos locales, también puede recoger frutos electorales, aseguran.
El partido ultraortodoxo, Shas, intenta mantener desesperadamente su poder a nivel local después de perder seis asientos en el Parlamento el pasado mes de enero.
Fuentes del Shas dijeron que mantenerse en los 135 consejos locales será considerado un éxito.
El mismo objetivo tiene el pacifista Meretz, que también sufrió una aparatosa derrota en las elecciones nacionales.
El analista israelí Yissi Verter asegura hoy en el diario Haaretz que "sean cual sean los resultados de hoy una cosa es cierta: para el fin de semana, a nadie le importará el resultado excepto para los suplementos de fin de semana y para que aquellos que ganen y pierdan".