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Incendios continúan su paso devastador por el sur de California

Otras 30.000 casas siguen en peligro, en una zona de 162.000 hectáreas por la que se extienden fuera de control unos diez incendios forestales que han costado la vida al menos a 13 personas.

28 de Octubre de 2003 | 10:38 | EFE
LOS ANGELES.- Desde la frontera con México hasta las ciudades dormitorio de Los Angeles, el sur de California sigue siendo pasto de unas llamas que ya han consumido más de 1.100 hogares en el peor incendio forestal registrado en la última década.

Otras 30.000 casas siguen en peligro, en una zona de 162.000 hectáreas por la que se extienden fuera de control unos diez incendios forestales que han costado la vida al menos a 13 personas.

Los efectos se han dejado notar en todos los frentes, con el cierre de varias de las principales autopistas, al verse rodeadas por las llamas, y cortes del fluido eléctrico después de que los incendios afectaran a algunos de los tendidos, en especial en el área de San Diego.

En esa zona, tanto los colegios como muchas de las empresas prefirieron dar el día libre para descongestionar las carreteras y permitir un mejor trabajo por parte de los bomberos.

En Los Angeles, las empresas privadas también recomendaron concluir la jornada laboral más temprano para facilitar el tráfico y permitir que las familias permanecieran unidas y fuera de una atmósfera calurosa y con un aire cargado de cenizas en el que se recomienda permanecer dentro de las casas.

El Presidente de EE.UU., George W. Bush, declaró el sur de California como zona de desastre, incluidos los condados de Los Angeles, San Bernardino, San Diego y Ventura.

Su anuncio, que ordena la entrega de fondos federales para la ayuda a las miles de personas afectadas por los incendios, sigue a la declaración del estado de emergencia en la zona por parte del gobernador de California, Gray Davis.

Los incendios son especialmente virulentos en tres focos, al noroeste de Los Angeles en el barrio de Simi Valley, al este de esta ciudad, en la zona de San Bernardino, y al sur, a mitad de camino entre Los Angeles y San Diego.

Un espectáculo dramático que se puede divisar desde la carretera Mulholland, que recorre las colinas de Hollywood.

Desde allí, como si fueran dos grandes volcanes en erupción, se ven grandes humaredas que al caer la noche se tornan en rojizos reflejos y un calor que consume, aún en la distancia, la humedad ambiental.

Por primera vez en esta semana de incendios forestales la Madre Naturaleza dio un pequeño respiro al trabajo infatigable de los bomberos frenando un poco los vientos de Santa Ana, cuya fuerza y sus altas temperaturas al proceder del desierto se ha convertido en la mayor fuente de energía de las llamas.

Aún así, los incendios están lejos de su final y los miles de evacuados de estas zonas se enfrentan a una nueva noche en los improvisados refugios donde conviven miles de familias y sus mascotas con una única duda: si contarán con un hogar cuando concluya esta pesadilla.

El único alivio, aunque sólo sea por unos minutos, llegó el lunes con la presencia del gobernador electo, Arnold Schwarzenegger, en algunas de las áreas devastadas, añadiendo con su imagen de estrella de Hollywood un momento casi teatral a la situación.

"Es un gran desastre que no es peor gracias a la labor de nuestros bomberos, a los que quiero reconocer como los verdaderos héroes de la jornada", afirmó Schwarzenegger, en referencia a los 78.500 bomberos que están trabajando de forma contundente contra las llamas.

Mucho más real fue la vuelta a sus casas, o lo que quedaba de ellas, de algunos de los afectados, que junto con las cenizas y la destrucción de lo que antes era su hogar se encontraron con bolsas con ropa y otros regalos de vecinos anónimos que quisieron contribuir en la reconstrucción de sus vidas.

El incendio ha sido declarado como el más devastador de la última década en California, con un número de muertos y de viviendas afectadas que se acerca a peligrosamente a los que tuvieron lugar en 1991 y que dejaron 25 muertos y 3.200 hogares destruidos.
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