CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa salió hoy en defensa del crucifijo, "como signo de esperanza para los hombres", en medio de la polémica que se vive en Italia por la decisión judicial que obliga a retirarlo de una escuela a petición de un líder musulmán.
Al final de la audiencia general de los miércoles y sin hacer ninguna mención explícita a la controversia, Juan Pablo II se limitó a destacar la vigencia y el valor simbólico de la cruz.
"Os exhorto a fundar vuestra vida en la palabra de Dios, para ser constructores de la civilización del amor, de la que es símbolo elocuente la cruz de Cristo, manantial de luz y de esperanza para los hombres de todos los tiempos", afirmó.
Las palabras del Papa fueron rápidamente subrayadas por buena parte de los dirigentes políticos italianos, que han criticado la medida judicial, que ha motivado la apertura de una inspección por parte del ministro de Justicia.
El Vaticano ya había reaccionado con dureza ante esta decisión con palabras del propio Juan Pablo II pronunciadas en 1998: "A los cristianos nos pueden quitar muchas cosas, pero la Cruz, como símbolo de salvación, no nos la quitará nadie. No permitiremos que sea excluida de la vida pública".
La polémica sobre la exhibición pública de crucifijos se desató el pasado fin de semana, cuando un juez de L’Aquila (centro) dictó una sentencia que ordena retirar una cruz de la escuela de la pequeña localidad de Ofena.
El fallo judicial recoge la petición en ese sentido hecha por el dirigente islámico Adel Smith, cuyos dos hijos estudian en el centro.
Ante la eventual retirada del crucifijo, que, según el alcalde de Ofena, no se puede ejecutar antes de 30 días y que incluso puede ser impugnada, los padres del resto de alumnos han amenazado con no enviarlos a clase.
Mientras no cesan los reproches, incluido el del Presiente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi, la mayoría gubernamental y las formaciones democristianas de la oposición de centroizquierda se preparan para introducir en la legislación medidas de tutela de la exhibición pública del crucifijo.