BOGOTÁ.- Los miembros del gabinete colombiano presentaron su renuncia protocolaria ante el Presidente Álvaro Uribe tras la crisis desatada por el fracaso del referendo que impulsaba el Gobierno para "combatir la corrupción y la politiquería".
Por iniciativa propia, los ministros, cuyo número no fue precisado, dejaron en manos del Jefe de Estado su continuidad en el equipo de gobierno, sin que se conocieran las causas de esa decisión.
La ministra de Relaciones Exteriores, Carolina Barco, aseguró a la radio "La W" que envío una carta con su dimisión protocolaria, en un hecho que consideró como un "gesto" con el Mandatario.
"Conversé con algunos de mis colegas e inmediatamente supe que se están presentando las renuncias. Yo me uní, porque considero que el Presidente debe tener toda esa libertad, como siempre la tiene", explicó la Canciller en entrevista telefónica desde México, donde asiste a la reunión del Grupo de los Tres (G-3).
"Yo creo que todo ministro sabe, y así siempre actúa, que el Presidente siempre tiene la carta de uno sobre la mesa, uno esta ahí para trabajar con el mayor orgullo, hasta el momento en que sea necesario y eso creo que es algo muy sano", añadió.
Por su parte, el diario bogotano "El Tiempo" señaló que las dimisiones protocolarias se dan luego de la crisis desatada por los resultados del referendo, que, "incluso, llevó a varios congresistas a pedir el relevo del ministro del Interior, Fernando Londoño".
Según el rotativo, para algunos parlamentarios, entre los que se encuentran varios uribistas, el jefe de la cartera política debería dimitir a su cargo tras el fracaso de uno de los proyectos bandera del Gobierno".
"El Presidente tiene que evaluar muy bien si su gabinete dura cuatro años. El Ministro del Interior ahora ni se ve por el Congreso", afirmó la senadora Claudia Blum.
Otros legisladores apoyaron la labor de Londoño, al tiempo que consideraron que la crisis ministerial no es la solución para aplacar la tormenta política generada después de la jornada comicial del fin de semana, añadió el rotativo.
"Más que pedir responsables o cabezas, lo que tenemos que hacer es buscar soluciones", señaló, por su parte, el senador uribista Andrés González.
El primer referendo realizado en la historia de Colombia se convirtió, a juicio de analistas, en una derrota para su máximo gestor: el Presidente Alvaro Uribe, quien no logró capitalizar su enorme popularidad en favor de esa reforma.
Escrutado el 97,94 por ciento de las mesas de votación, la consulta alcanzó hasta el domingo 6.256.777 votos de los 6.267.443 que exigen las normas para su aceptación, aunque gran parte de su contenido quedó sin validez, según pronósticos realizados a partir de las cifras de la Registraduría, máximo órgano electoral.
Los resultados sobre el restante 2,06 por ciento sólo podrá conocerse hasta los próximos días, señaló la registradora Almabeatriz Rengifo, quien explicó que el retraso se debe a una serie de inconvenientes logísticos y de orden público que las autoridades intentan resolver.
Nueve de los interrogantes -que conformaban la columna política del referendo contra la corrupción y la politiquería- no obtuvieron el respaldo necesario, a diferencia de los otros seis puntos que prevén sanear las finanzas del Estado a partir de un severo ajuste fiscal, de acuerdo con las proyecciones.