Imagen de archivo (2001) de Theresa Schiavo junto a su madre.
TAMPA.- Michael Schiavo presentó un recurso para apelar a la decisión de mantener artificialmente viva a su esposa Theresa, como lo decidió el gobernador de Florida, Jeb Bush.
Terri, de 39 años, ha pasado los últimos 13 años de su vida en coma y el gobernador de Florida intervino para revocar una sentencia judicial que autorizaba desconectarla.
A la apelación de Michael, que reclama el derecho a morir de su esposa, se suma la de la Unión para la Defensa de las Libertades Civiles (ACLU).
Los padres de la mujer, quien quedó con daños cerebrales masivos tras un infarto en 1990, piensan que tiene derecho a vivir. Ellos son apoyados por organismos religiosos y conservadores, así como por dirigentes republicanos del Estado, masivamente movilizados por el caso.
La intervención de Jeb Bush para reconectar la sonda de Terri ha activado el debate sobre la eutanasia, en un Estado gobernado por republicanos conservadores.