BUENOS AIRES.- El gobierno argentino denunció un presunto fraude perpetrado con gastos falsos de mantenimiento y catering del avión presidencial "Tango 01", en el que se podría convertir en el primer caso de corrupción de la gestión del peronista Néstor Kirchner.
Tres altos oficiales de la Fuerza Aérea y varios directivos de una empresa que contrata los servicios del avión fueron denunciados por haber presuntamente fraguado facturas de servicios por un promedio de 100.000 dólares en cada viaje presidencial, según informa hoy el diario "Clarín" en base a la demanda presentada.
Las facturas a nombre de empresas extranjeras o de fantasía se confeccionaron por valores varias veces más altos que los gastos reales en cada uno de los seis viajes al exterior que realizó Kirchner con el "Tango 01" en sus cinco meses de presidencia, afirma el gobierno en la denuncia judicial.
En uno de los casos se presentó una factura por 38.000 dólares por el servicio de catering para el trayecto entre Londres y Buenos Aires, pese a que esos gastos podrían haber costado como máximo una quinta parte.
La investigación interna en el Gobierno comenzó a partir de una llamada anónima que alertó sobre las irregularidades y quedó a cargo del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, de quien depende la Casa Militar que se encarga de la seguridad y los traslados del Mandatario.
Parrilli informó sobre el presunto fraude a Kirchner y al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quienes le ordenaron presentar la denuncia ante la Justicia, en el marco de la campaña por demostrar la transparencia y el combate a la corrupción del Gobierno.
La causa recayó en la jueza federal María Servini de Cubría.
La corrupción con los gastos del avión "Tango 01" no habría comenzado en la actual gestión sino que se habría practicado desde hace varios años, ya que uno de los denunciados fue integrante destacado de la tripulación de la lujosa aeronave cuando el peronista Carlos Menem fue Presidente entre 1989 y 1999, señala el matutino.
El moderno "Tango 01", acondicionado con detalles de lujo y confort, es un símbolo del menemismo y los gastos desmedidos de la década del 90, cuando la Argentina experimentaba un período de auge económico que poco después desembocó en una profunda recesión con niveles récord de pobreza y desempleo.
