LIMA.- La representante de la UNESCO en Perú, Patricia Uribe, lanzó un "llamado de atención" al gobierno para adoptar medidas urgentes a fin de proteger el complejo arqueológico Machu Picchu, de lo contrario corre el riesgo de ser puesto en la lista de patrimonios culturales "en peligro".
"No hay un plan estratégico en relación a Machu Picchu, no hay planes a mediano y largo plazo sobre su conservación", alertó la funcionaria en diálogo con la AFP al subrayar que ello ha dado lugar a un "llamado de atención del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO a las autoridades peruanas".
Machu Picchu, el más importante complejo arqueológico de piedra que data de la época del imperio de los Incas, fue declarado patrimonio cultural de la humanidad hace veinte años por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Sin embargo, al cabo de dos décadas, podría perder esa categoría y pasar a la lista de "patrimonios culturales en riesgo".
"Eso sería una sanción moral a Perú porque significaría que un Estado no cumplió con su compromiso de proteger un bien que no sólo es de los peruanos sino de la humanidad. Y eso es duro para un país", dijo Uribe, de nacionalidad colombiana.
Desde hace ocho años -explicó Uribe- la UNESCO ha expresado su preocupación por la situación de Machu Picchu y ha enviado tres misiones de monitoreo con una serie de recomendaciones que han sido reiteradas en forma permanente.
Esa preocupación tiene que ver con "la falta de reglas claras para el manejo del turismo", el cual se ha incrementado en los últimos años de manera significativa hacia la ciudadela. Un patrimonio cultural, según dijo, tiene una capacidad de carga la cual debe establecerse y respetarse.
"Por el Partenón, en Grecia, circula un número determinado de personas al día; lo mismo sucede con la Alhambra, en España, donde se pone un tope al acceso de turistas", anotó aludiendo a uno de los problemas que afronta Machu Picchu que es la falta de control en el ingreso de visitantes.
Uribe refirió que el poblado Aguas Calientes -en la parte baja del complejo arqueológico que forma parte de la zona monumental- presenta un crecimiento desorganizado e incontrolable lo que perjudica a la propia población de la zona.
"Hay un problema de hacinamiento y desplazamiento de los verdaderos pobladores del lugar que se ven directamente afectados por el crecimiento descontrolado", dijo.
"No es que a la UNESCO sólo le interesen las piedras, un eje central es la población del lugar que tiene que ser partícipe de las medidas de protección", precisó.
Uribe sostuvo que el problema central en Machu Picchu es la inoperancia de una unidad de gestión que actualmente carece de capacidad de ejercer autoridad y que es sobrepasada por entidades privadas y estatales que ejecutan acciones aisladas.
La funcionaria advirtió que el gobierno peruano tiene plazo hasta enero para presentar un informe al Centro de Patrimonio Mundial sobre las medidas de preservación a adoptarse.
Dicho informe será objeto de una verificación y dará lugar al envío de una misión internacional a Perú "para ver si lo que dicen los papeles se está ejecutando en el lugar" luego de lo cual se tomará una decisión final en junio sobre si el complejo pasa a la lista de patrimonios en riesgo.
Empero, dijo que la advertencia de la UNESCO ha generado preocupación en las autoridades del gobierno, que le han expresado que harán los esfuerzos necesarios para evitar eso.
Descubierta en 1911 por el norteamericano Hiran Bingham, Machu Picchu está constituido por el complejo arqueológico incaico pero es además una reserva natural rica en flora y fauna que abarca una extensión de 32.000 hectáreas.
Estudios científicos han establecido que en su interior existen unas 10 "zonas de vida" que van desde las nieves eternas, los pajonales bajoandinos y los bosques enanos de altura, hasta los bosques nubosos y de ceja de montaña tropicales.