WASHINGTON.- Una segunda enorme tormenta magnética solar llegó este jueves a la Tierra, un día después de que la anterior golpeara el planeta, en lo que los astrónomos han calificado de algo sin precedentes por la secuencia.
"Es como si la Tierra estuviera frente a un gigantesco cañón que apunta desde el Sol (...) y que nos hubiera disparado dos andanadas", dijo John Kohl, del Centro para Astrofísica de Harvard-Smithsonian en Massachusetts.
Kohl, el principal investigador de un instrumento situado en el observador solar SOHO de la NASA, dijo que la probabilidad de dos enormes llamaradas dirigidas directamente a la Tierra en tan poco espacio de tiempo era algo "sin precedentes (...) que es como una anomalía estadística".
Dijo que la segunda tormenta solar, conocida como una eyección de masa coronal, se desgajó del Sol alrededor de las 21:00 (GMT) del miércoles. Partículas cargadas comenzaron a llegar a la Tierra alrededor de las 15:00 (GMT) del jueves.
El fenómeno ocurrió justo 24 horas después de que la eyección anterior fuera detectada en la Tierra.
La segunda andanada del Sol se movía incluso más rápidamente que la primera y algunas partículas de la primera todavía eran detectables mientras llegaban las otras, dijo Kohl en una entrevista telefónica.
Mientras tales tormentas solares no entrañan peligro para los humanos, las partículas cargadas pueden afectar a las redes eléctricas, a los satélites y a otros equipos. También pueden crear espectaculares auroral boreales.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (ANOA), que tiene a su cargo el centro de aviso de actividades como las solares, dijo que la tormenta del miércoles había originado auroras boreales vistas hasta El Paso, en el estado norteamericano de Texas.
Las tormentas de rayos X y de radiación solar ocupan el segundo lugar en los fenómenos registrados en los últimos ciclos de 11 años, según los datos de la ANOA. Datos de ciclos solares que se han guardado desde 1775. Actualmente estamos al final del ciclo vigésimo tercero.
La tormenta de partículas goemagnéticas del miércoles midió G5, un nivel extremo, convirtiéndola en una de las tres o cuatro más fuertes registradas en el último ciclo de 11 años. Como contraste, Kohl dijo que la tormenta del jueves era del orden de K8, alta, pero no tan intensa como la previa.