DAMASCO.- Siria recibirá el sábado y el domingo a los representantes de las naciones vecinas de Irak, preocupadas por la inestabilidad persistente en ese país ocupado por Estados Unidos y sus eventuales repercusiones en la seguridad de la región.
El encuentro, el primero en su género desde la caída del régimen de Saddam Hussein en abril, reunirá a los jefes de la diplomacia de esos países y abordará "las repercusiones en la región de la situación en Irak", según una fuente del ministerio sirio de Relaciones Exteriores.
Siria convocó a la reunión a Arabia Saudita, Irán, Turquía, Jordania, Egipto, Kuwait e Irak.
Un portavoz del Consejo de Gobierno transitorio de Irak indicó el viernes por la noche que el jefe de la diplomacia de ese país, Hoshyar Zebari, viajó a Damasco para participar en el encuentro, disipando así la confusión en torno a si Bagdad había sido o no invitado.
La portavoz del ministerio sirio de Relaciones Exteriores, Buchra Kanafani, confirmó que "se transmitió una invitación a Zebari", pero aclaró que "los participantes en la reunión debatirán sobre su participación el sábado".
Un importante responsable árabe había advertido antes de que Arabia Saudita, Kuwait y Jordania boicotearían el encuentro si Irak no era invitado.
Pese a su hostilidad a la presencia de Estados Unidos en Irak, su antiguo enemigo al que se acercó antes de la caída de Saddam Hussein, Siria condenó el atentado del lunes en Bagdad contra las oficinas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que causó 12 muertos.
A mediados de octubre, además, Siria votó en el Consejo de Seguridad de la ONU, del que es miembro no permanente, una resolución sobre Irak presentada por Estados Unidos.
Sin embargo, varios importantes responsables estadounidenses continúan sospechando que Siria no lucha eficazmente contra el tránsito por su territorio de terroristas islamistas en dirección de Irak, que esconde o cierra los ojos sobre un tesoro de guerra de Saddam Hussein y que recibió armas iraquíes de destrucción masiva antes del comienzo de la guerra.
Damasco abrió canales de contacto con representantes de la nueva administración iraquí impuesta por Estados Unidos, de la que varios jefes viajaron a la capital siria en los últimos meses.
"Las visitas de representantes de las formaciones nacionales iraquíes testimonian la profundidad de los lazos entre los dos países y fortalecen sus esfuerzos en vista de un Irak unido y libre", subrayó Kanafani.
La cuestión del envío de fuerzas de estabilización de los países vecinos en Irak no estará ausente en las conversaciones en Damasco. Sólo Turquía decidió, a pedido de Washington, enviar soldados a Irak, aunque ese proyecto aún no se materializó.
El resto de los países que participarán en el encuentro se oponen a enviar fuerzas a Irak, al igual que las autoridades provisorias iraquíes, que sostienen que sería peligroso implicar militarmente a naciones vecinas con intereses diversos.