CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II pidió este domingo por todos los difuntos e invitó a los creyentes del mundo a "no mirar la muerte como la última palabra del destino humano sino como el paso hacia la vida eterna".
Ante unos 10.000 peregrinos presentes en la plaza de San Pedro para el Angelus, el Papa resaltó el significado de la muerte y la eternidad, con motivo de la fiesta de Todos los Santos.
Juan Pablo II recordó a los fieles que era "importante y obligatorio ir a los cementerios para rezar por los difuntos".
A sus 83 años, el Papa, cuya salud empeora últimamente, tenía un aspecto cansado y tuvo que interrumpir su lectura varias veces para recobrar el aliento.
Tras la oración, improvisó algunas palabras en polaco y se dirigió a sus compatriotas para agradecerles que hayan rezado en estos días ante las tumbas de sus padres y su hermano, en el cementerio de Rakowicki, al sur de Polonia.
El Papa fue por última vez a la tumba de sus padres en agosto de 2002.
Juan Pablo II renunció el sábado a bajar a la cripta de la basílica de San Pedro para rezar ante las tumbas de sus predecesores porque el acceso al lugar es difícil y el Pontífice, que sufre una grave artrosis y la enfermedad de Parkinson, sólo se desplaza en su silla de ruedas.