El obispo episcopal V. Gene Robinson pronuncia la oración de recesión después de su consagración como obispo de la Diócesis de Nueva Hampshire, en el Centro Whittemore del campus de la Universidad de Nueva Hampshire. (EFE)
DURHAM, EE.UU. .— La Iglesia Episcopal, rama estadounidense del anglicanismo, se aprestaba el domingo a consagrar como obispo al clérigo homosexual V. Gene Robinson, la primera vez que esto sucede en una de las principales confesiones cristianas, y que podría significar su fin en su forma actual.
La ceremonia es considerada un hito por los defensores de los derechos de los homosexuales, los episcopales estadounidenses, los 75 millones de anglicanos en el mundo y la cristiandad en general. Se esperaba la presencia de unas 4.000 personas en la ceremonia a realizarse en un estadio deportivo universitario.
Robinson no es el primer obispo homosexual, pero sí el primero en reconocerlo públicamente. En ningún momento ha ocultado su relación de pareja, que ya lleva 14 años.
Una parte de la ceremonia de consagración de un obispo episcopal consiste en invitar a los presentes a formular objeciones, algo que rara vez sucede. En esta ocasión, disidentes episcopales de New Hampshire y el obispo adjunto David Bena de Albany, Nueva York, dijeron que presentarían objeciones. Bena representa una nueva alianza de obispos conservadores, la Conferencia de Obispos Anglicanos de América del Norte.
El titular de la iglesia de 2,3 millones de miembros, obispo Frank Griswold, tratará las objeciones de manera decorosa al presidir la ceremonia, dijo el vocero James Solheim. Si son muchas o si los objetores provocan altercados, se les pedirá que las presenten en otra sala.
Los tradicionalistas disidentes organizaron una comunión en una iglesia cercana.
Robinson recibió el título de obispo coadjutor, lo cual significa que se convertirá automáticamente en titular de la diócesis de New Hampshire cuando se retire el obispo actual, Douglas Theuner.
El sermón de consagración pronunciado por Theuner fue interrumpido dos veces por vigorosos aplausos, cuando defendió a Robinson contra sus detractores.
Theuner dijo que Robinson "permanecerá como el símbolo de la unidad de la iglesia en una forma que ninguno de nosotros puede igualar" porque "introducirá en nuestra hermandad un grupo de cristianos hasta ahora no reconocidos por la iglesia".
