COLOMBO.- La Presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, declaró el miércoles el estado de emergencia en el país, otorgándose más poderes en una batalla política con el primer ministro que está poniendo en peligro la paz con los rebeldes tamiles.
El estado de emergencia, una ley draconiana que permite la detención de personas hasta durante un año sin cargos, se declaró al día siguiente de que la presidenta destituyera a tres de los más poderosos ministros del país y disolviera el Parlamento.
Sin embargo, un asesor presidencial dijo que Kumaratunga no pondría fin a la tregua de 20 meses con el grupo guerrillero Tigres Tamiles, que quieren establecer un estado independiente para la minoría tamil, a pesar de su desacuerdo con el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, sobre el proceso de paz.
"Estoy autorizado por la presidenta para decirles que el acuerdo de alto el fuego sigue en pie y seguirá en pie. No hay ninguna duda al respecto", dijo el asesor Lakshman Kadirgamar a los periodistas.
La presidenta destituyó a los ministros de Defensa, Interior y Medios de Comunicación, y disolvió el Parlamento, planteando dudas sobre el futuro del gobierno y del proceso de paz.
Esa sorprendente decisión fue seguida el miércoles por la imposición del estado de emergencia, que amplía los poderes de la presidenta y el ejército, e incluye prohibiciones al derecho de reunión.
"Ha sido publicado en el boletín del Estado", dijo el portavoz del ejército, coronel Sumedha Perera, a Reuters cuando se le preguntó sobre la declaración del estado de emergencia.
Todas estas medidas se han tomado en ausencia de Wickremesinghe, quien se encuentra en Estados Unidos para reunirse con el presidente George W. Bush. El primer ministro de Sri Lanka calificó las decisiones de Kumaratunga de desesperadas y dijo que podrían llevar al caos y la anarquía en el país.