BOGOTÁ.- La renuncia del ministro del Interior y Justicia, Fernando Londoño, fue bien recibida por varios congresistas colombianos, que auguraron una baja en la tensión surgida entre el gobierno y el legisativo tras los resultados adversos del referendo impulsado por el presidente Alvaro Uribe.
Londoño anunció su disposición de abandonar su cargo en medio de la tormenta política que desataron sus declaraciones acerca de la supuesta intención de Uribe de dimitir.
"Presenté renuncia a mi cargo. La carta está ahí", dijo Londoño en una escueta declaración a la prensa.
Aunque se desconoce si Uribe, quien se encuentra reunido con el alto mando militar en la andina población de Paipa, departamento de Boyacá, aceptó la dimisión del ministro, distintos parlamentarios consideraron acertada la decisión de Londoño, mientras otros señalaron que existió una "confabulación".
"Era necesario por ética con el país que no lo polarizara más, que le ayudara a la buena salud de la democracia renunciando", dijo el representante liberal ante la cámara baja Carlos González.
En igual sentido se expresó el parlamentario Germán Navas, del movimiento Polo Democrático Independiente, quien apoyó la renuncia del titular de la cartera de Interiió.
Para el también integrante del Polo Democrático Carlos Gaviria, el alto funcionario debió presentar su renuncia con anterioridad. "Me parece que esa carta ha debido presentarse en época muy anterior, porque ha habido hechos parecidos que a mi juicio inhabilitaban al ministro", aseveró.
Por su parte, el representante Armando Benedetti consideró que la salida del ministro fue orquestada: "Es una confabulación de sectores del Congreso y de sectores del poder", indicó Benedetti, quien admitió, sin embargo, que Londoño cometió "fallas".
El senador del Partido Conservador (oficialismo) Ciro Ramírez afirmó, entretanto, que Londoño "debe permanecer" en su cargo: "Ojalá el presidente de la República no le acepte la renuncia".
La senadora Claudia Blum, también del oficialismo, consideró que Londoño "ya cumplió su ciclo", aunque dejó en manos de Uribe la decisión final frente a la renuncia del ministro.
"Estaba entorpeciendo la discusión y aprobación de proyectos" en el Congreso, agregó Blum.
La renuncia de Londoño se produjo un día después de que afirmara que Uribe consideraba la posibilidad de dimitir y anticipar elecciones si el oficialismo le retiraba el respaldo, lo que atizó la crisis política que se registra en Colombia tras el fracaso del referendo impulsado por el mandatario.
Esa aseveración fue considerada como una salida en falso, e incluso algunos dirigentes políticos la calificaron como torpe e irresponsable.
El propio Uribe afirmó después que le quedan tres años de gobierno y que no va a dejar "a medias" la tarea y ejercerá sus funciones los días y las noches que le resten.
