BOGOTA.- Las tropas del ejército colombiano desbarataron un plan sin precedentes de la guerrilla para cercar a Bogotá y cortar las principales vías de acceso a la capital, afirmó un alto oficial del ejército.
Más de 1.300 guerrilleros se habían concentrado en las montañas boscosas que rodean la ciudad con órdenes de tomarse vías, reclutar nuevos elementos y preparar nuevas bases de apoyo para lanzar ataques y cometer secuestros.
"Si los terroristas hubieran tomado el control de esas carreteras, la situación se habría vuelto complicada", dijo el miércoles en la noche a The Associated Press, el general Reynaldo Castellanos, quien dirige la operación "Libertad Uno".
Castellanos, un general de bigotes que vestía uniforme camuflado durante la entrevista en el cuartel de la V división del ejército en Bogotá, enseñó un mapa secreto de inteligencia militar que mostraba a 14 unidades de combate de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acercándose a esta capital de siete millones de habitantes.
Aunque la guerrilla rara vez suele lanzar ataques en las afueras de Bogotá, los rebeldes si han cometido atentado explosivos en la ciudad.
Incluso si las FARC hubieran tenido éxito en cercar la capital y realizar sus ataques, los 1.300 rebeldes repartidos en 14 frentes habrían tenido pocas posibilidades de mantener sus posiciones, ya que el poder de fuego del ejército, que cuenta con apoyo de Estados Unidos, es superior.
Sin embargo, el impacto podría haber sido fuerte para el ánimo de un país que vive un conflicto armado de casi cuatro décadas, que se libra sobre todo en áreas rurales.
Castellanos afirmó que el jefe del ala militar de las FARC, Jorge Briceño, envió a un hombre de confianza conocido con el alias de Marco Aurelio Buendía, para unir a los frentes rebeldes y rodear la capital.
"Era un objetivo estratégico para ellos extender su presencia en el centro del país", dijo el general Castellanos, comandante de la V división. "Con la ayuda de Dios, neutralizamos la amenaza".
Fuerzas especiales colombianas mataron a Buendía el 30 de octubre, en un asalto sorpresivo a un campamento guerrillero a 28 kilómetros al noreste de Bogotá. En el período de un mes, tropas del ejército han dado muerte a otros tres comandantes de las FARC.