GINEBRA.— La Cruz Roja Internacional, que planeaba ya reducir su personal en Irak, tras un ataque contra sus instalaciones en Bagdad, informó hoy que suspenderá temporalmente buena parte de sus operaciones en el país, a causa del persistente peligro.
"Decidimos que en vista de la situación extremadamente peligrosa y volátil cerraríamos temporalmente nuestras oficinas en Bagdad y Basora", dijo Florian Westphal, portavoz de Comité Internacional de la Cruz Roja.
Westphal confirmó la decisión, revelada por el presidente del comité, Jakob Kellenberger, en una entrevista con el diario Tages-Anzeiger, de Zurich.
"Cerramos temporalmente nuestras oficinas en Bagdad y Basora, pero mantenemos nuestra presencia en el norte", dijo Westphal. "Esta decisión tiene que ser contemplada en el contexto de que decidimos claramente rechazar la búsqueda de cualquier protección militar para nuestros edificios o personal".
Por "razones de seguridad", Westphal se negó a dar detalles sobre cómo la medida podría afectar la decisión el trabajo de unos 30 empleados extranjeros y 600 iraquíes, quienes trabajan para el Comité Internacional de la Cruz Roja, neutral y con sede en Suiza.
Westphal añadió que el comité continúa con su plan para reducir el personal extranjero, debido al atentado dinamitero suicida contra las oficinas generales de la agencia en Bagdad. "Sin embargo, mantendremos cierta presencia de expatriados".
El funcionario añadió que "la situación es tan tensa" que el comité no desea divulgar más detalles.
Dijo que el organismo no había recibido una amenaza directa, pero tomó su decisión con base en "una evaluación general de la situación".
El comité analizó qué tareas realizadas por los empleados internacionales resultan esenciales, y quién se hará cargo de éstas, dijo Westphal.
La organización con sede en Suiza tuvo que buscar oficinas temporales en Bagdad, luego que su centro de operaciones en la capital iraquí fue seriamente dañado por un dinamitero suicida, el mes pasado. Dos empleados iraquíes del comité murieron en el atentado, junto con 10 personas que se encontraban fuera del complejo.
Los empleados iraquíes pueden realizar buena parte de la labor asistencial de la Cruz Roja. Sin embargo, el personal internacional es necesario para visitar a prisioneros en manos de las fuerzas estadounidenses y sus aliados.
Bajo los términos de la Convenciones de Ginebra sobre las reglas durante la guerra, el comité se reúne en privado con los prisioneros para verificar sus condiciones y transmitir mensajes a sus familiares.