VIENA.— En un intento por evitar sanciones internacionales, un alto funcionario iraní anuncio hoy que el gobierno de su país permitirá rigurosas inspecciones de sus instalaciones nucleares y suspenderá el procesamiento de uranio enriquecido a fin de eliminar sospechas de que Teherán está desarrollando armas atómicas.
La promesa, hecha por Hasan Rowhani, quien preside el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, se registra menos de dos semanas antes de una reunión de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Rowhani dijo que formulará un anuncio oficial la próxima semana especificando la fecha de suspensión del procesamiento de uranio.
El director general de la AIEA, Mohamed ElBaradei, también dijo a periodistas que Rowhani le ofreció garantías durante una reunión.
"La próxima semana obtendremos la carta para concluir el protocolo adicional" que permitirá a los inspectores de las Naciones Unidas obtener acceso a todas las instalaciones nucleares iraníes, dijo ElBaradei.
"Se me informó que la próxima semana Irán difundirá una carta aceptando suspender las actividades de enriquecimiento" del uranio, añadió el funcionario.
El 20 de noviembre, el comité ejecutivo de la AIEA se reunirá para examinar un informe de ElBaradei sobre las actividades nucleares de Irán en el pasado. Según Estados Unidos, el gobierno de Teherán tendría un programa para fabricar armas atómicas de manera clandestina.
Cediendo a presiones internacionales, Irán dio a la AIEA lo que dijo era una completa lista de sus actividades nucleares, apenas unos días antes del plazo del 31 de octubre.
Teherán prometió hace algunas semanas suspender todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio, una de las principales exigencias de la AIEA.
Diplomáticos han dicho que Estados Unidos y sus aliados analizarán con gran cuidado el informe de ElBaradei. En caso de que haya sospechas de fabricación de armas atómicas, el gobierno de Irán sería acusado de violar el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Desde Viena, Rowhani viajará a Moscú. Un alto funcionario del departamento de Estado en Washington dijo a comienzos de semana que Rusia estaría dispuesta a poner fin a un acuerdo por 800 millones de dólares con Teherán para construir una planta de energía atómica en Irán si el gobierno de ese país continúa con su programa de armas nucleares.