LONDRES.- El príncipe Carlos de Inglaterra podría presentar una demanda judicial, o incluso dirigir un mensaje por televisión a los británicos, para vadear el escándalo que se cierne por su supuestamente ambigua conducta sexual.
La Casa Real británica respiró hoy con alivio porque, pese a que se temía, los tabloides no publican detalles del presunto "incidente sexual" entre el príncipe y su ex asistente Michael Fawcett, del que habría sido testigo otro antiguo criado, George Smith.
El príncipe de Gales, que ha negado esas alegaciones, regresa hoy al Reino Unido, tras un viaje oficial a la India y Oriente Medio, y debe ahora decidir su respuesta, después de que la estrategia previa adoptada por sus asesores sólo ayudase a amplificar el asunto.
Su madre, la reina Isabel II, y su primogénito, Guillermo, le han expresado su apoyo en lo que los diarios sensacionalistas consideran como la crisis más seria para la familia real del Reino Unido desde la separación de los príncipes de Gales.
La sombra de Lady Di, la ex esposa de Carlos muerta hace seis años, planea, como una maldición, sobre la Casa de los Windsor pues fue ella quien "sonsacó" a Smith para que le contara los supuestos escarceos de su marido con un criado, según él mismo relata hoy en "The Mail on Sunday".
En esas declaraciones, Smith no entra al fondo del asunto, que sí ha sido recogido, con pelos y señales, por la prensa extranjera.
Según ha publicado el diario italiano "Il Corriere della Sera", Diana de Gales creía que su marido tuvo una relación homosexual con Fawcett, "mayordomo amante de un Windsor y que también habría violado en dos ocasiones a George Smith, ex sirviente del príncipe Carlos".
En el Reino Unido existe una prohibición legal para publicar pormenores de ese supuesto episodio, lo que no ha impedido que se reproduzcan las especulaciones sobre la conducta sexual del futuro rey de Inglaterra.
Según afirma hoy el tabloide "News of the World", Michael Peat, secretario privado del príncipe, le preguntó en un momento dado a otro miembro del personal real, Mark Bolland: "¿Crees que Carlos es bisexual?".
"Me quedé asombrado con la pregunta de sir Michael. Le dije que, desde luego, el príncipe no era ni ’gay’ ni bisexual", afirmó Bolland, ex asistente de Carlos de Inglaterra.
Se da la circunstancia de que sir Michael fue quien decidió el jueves por la noche divulgar un comunicado, en nombre del príncipe de Gales, en el que éste negaba haber estado involucrado en un incidente comprometedor, antes de que fuese publicado.
Esa estrategia, muy criticada en el Reino Unido, llevó un asunto que hasta entonces sólo era un rumor hasta la primera página de los periódicos de todo el mundo, hasta el punto de que empieza a afirmarse nuevamente que se "tambalea" el trono de Carlos.
"The Sunday Times" asegura hoy que el príncipe Guillermo, de 21 años, quiere salir en defensa de su padre pues teme que esté en marcha un complot para impedir que Carlos llegue a ser rey.
"El príncipe Guillermo apoya a su padre en este momento difícil, como ha hecho siempre", indicó una portavoz de Clarence House, su residencia, donde este sábado el hijo de Carlos y Diana de Gales mantuvo varias reuniones para determinar el camino a seguir.
Su padre, por su parte, ha pedido a un prestigioso bufete de abogados de Londres, Harbottle and Lewis, que estudie las alegaciones de George Smith para determinar si ha lugar a una demanda legal.
Una portavoz de Clarence House ha señalado además que no se descarta que el príncipe aparezca en televisión para dirigir un mensaje a los británicos.
Traicionados por sus sirvientes, perseguidos por Lady Di y maltratados por la suerte, los Windsor recibieron hoy al menos una buena noticia: el nacimiento de un nuevo miembro de la realeza, que ocupará el octavo lugar en la línea de sucesión.
El príncipe Eduardo, hijo menor de la reina Isabel, y su esposa Sophie Rhys-Jones tuvieron una hija prematura, que pesó poco más de dos kilos al nacer pero que se encuentra bien, al igual que su madre.