SAO PAULO, Brasil.- La ola de ataques que sacude a las fuerzas policiales de Sao Paulo y causa temor entre los paulistas continuó ayer. Durante la madrugada se registraron cuatro nuevos atentados, con lo que ya suman cuarenta embestidas con tiros y granadas en los últimos diez días.
Según informó el diario electrónico lanacion.com.ar, este tipo de atentados en serie nunca antes había sido visto en la ciudad. Hombres y hasta menores armados llegan en autos, motos y bicicletas disparando contra comisarías, patrullas y casas de agentes.
Dos policías murieron, diez fueron heridos, más de siete edificios policiales recibieron disparos y más de 20 patrullas fueron damnificadas por los ataques, que comenzaron la semana pasada. Está confirmado que por detrás de los atentados -que ocurren en series, en diferentes parte de la ciudad, durante las madrugadas-, está la organización criminal Primeiro Comando da Capital.
Se trata de una red de delincuentes nacida y desarrollada en las cárceles, y que provocó en el 2001 el mayor motín carcelario de la historia de América latina. Los presos le rinden obediencia a los líderes del PCC, así como los delincuentes que se encuentran en las calles -éstos últimos porque saben que en algún momento podrán ser detenidos y el castigo para los infieles es casi siempre la muerte-.
Los atentados, que desestabilizando a la Policía Militar y Civil de San Pablo, se inician con órdenes impartidas por la cúpula del PCC desde de las cárceles, a través de celulares. Ya fueron detenidas 23 personas por provocar atentados contra la policía, en su mayoría delincuentes comunes que recibieron la orden desde dentro de alguna prisión. Por falta de fondos las cárceles no lograron instalar aún bloqueadores de celulares para evitar que se siga organizando secuestros, atentados y el tráfico de drogas desde de las prisiones.
El PCC, inspirado en organizaciones narcocriminales como Comando Vermelho, de Río de Janeiro, reclama mejores condiciones en los presidos. Cuando conduce rebeliones, le da un carácter