TOKIO.- El Primer Ministro japonés Junichiro Koizumi permanecerá en el poder tras las elecciones legislativas del domingo, pero con una mayoría reducida que puede presagiar tiempos difíciles para él y para su Partido Liberal Demócrata (PLD).
Koizumi ya ha anunciado que mantendrá al equipo actual en el Gobierno. "Prácticamente vamos a continuar con los mismos", prometió a los periodistas que le preguntaban sobre una eventual remodelación ministerial.
Según resultados no oficiales, la coalición conservadora saliente -compuesta por el PLD, el Nuevo Partido conservador y la formación budista Komeito- obtuvo 275 de los 480 escaños de la Cámara de Representantes, contra 287 antes de las elecciones.
El PLD, que domina la política japonesa desde hace medio siglo, tendrá 237 escaños, diez menos que en la legislatura anterior, aunque podría llegar solo a la mayoría absoluta de 241 gracias a la unión postelectoral con algunos diputados "independientes".
El gran partido de la oposición, el Partido Democrático de Japón (PDJ), logró un inesperado triunfo con 177 escaños, 40 más que antes de los comicios. Por primera vez en diez años, la oposición se presentaba unida a unas elecciones bajo la bandera del PDJ.
El PDJ no logró sin embargo seducir al electorado flotante y a los numerosos indecisos, estimados en un 40% en vísperas del escrutinio, dada la tasa de participación inferior al 60%, la segunda más baja desde 1945.
Los resultados oficiales se conocerán la noche del lunes.
El futuro postelectoral se anuncia menos cómodo de lo previsto para Koizumi y el PLD, con la emergencia de una bipolarización del paisaje político, según los analistas.
La foto de un Koizumi serio y pensativo copa las portadas de todos los grandes diarios y contrasta con la sonrisa victoriosa del jefe de la oposición, Naoto Kan.
Congratulándose del avance del PDJ, "una esperanza para el pueblo de lograr un sistema bipartidista", el diario Mainichi Shimbun subraya las virtudes de la alternancia como una forma para acabar con los tejemanejes políticos.
El PDJ será a partir de ahora capaz de amenazar la hegemonía del PLD y ha sentado las bases para una próxima alternativa, estiman los analistas subrayando que el voto liberal demócrata ha declinado regularmente estos últimos años, sobre todo en las ciudades.
Todo el mundo, incluso Koizumi, desea una recomposición política.
"Nubes negras se amontonan por encima del PLD y de Koizumi. Si continúa así, el PDJ dará otro salto hacia delante en las elecciones senatoriales del próximo año", predice un politólogo de la Universidad de Tokio.
"Aunque el PLD esté en ligera regresión, salió bastante bien parado", modera un diplomático reconociendo no obstante que "el verdadero peligro para Koizumi procede de su propio partido".
Estas legislativas eran consideradas como un veredicto a la política de "reformas estructurales" de Koizumi tras una década de estancamiento económico.
El Primer Ministro atribuyó el buen resultado de la oposición a una "voluntad de cambio" y a "la impaciencia de mucha gente con los resultados de las reformas".
Según los analistas, la progresión de la oposición obligará al primer ministro a acelerar la reforma de la jubilación y abrir el debate sobre la política económica.