PARIS.- El intérprete oficial de Saddam Hussein dijo este miércoles que las cintas de audio del derrocado líder iraquí son auténticas y que demuestran que el ex presidente de Irak está vivo.
Sama Abdul Majid, que dijo haber trabajado durante casi 16 años como interprete oficial de Hussein, también declaró a la televisión LCI que el ex presidente iraquí le había pedido que buscara un libro sobre guerrillas urbanas antes del comienzo en marzo de la invasión liderada por Estados Unidos.
Majid, quien acaba de publicar un libro en Francia sobre su carrera como traductor de francés e inglés al árabe durante el gobierno de Hussein, agregó que a pesar de su mala reputación, el ex líder iraquí era un hombre cortés en sus relaciones diarias con sus subalternos.
"Sí, creo que aún vive, sólo por las cintas en las que pide al pueblo de Irak que resista. Reconozco muy bien su voz, sus frases, su estilo", dijo Majid.
"Es un hombre impredecible, con un instinto de supervivencia muy marcado. Creo que aparecerá donde menos uno lo imagina", añadió.
A pesar de la búsqueda masiva y de masivas detenciones de sus asesores principales, las fuerzas estadounidenses no han podido hallar a Hussein. Washington ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por cualquier información que conduzca a la captura del ex mandatario o que pruebe su muerte.
Majid dijo que Hussein le pidió pocas semanas antes de la guerra, que comenzó el 20 de marzo, que buscara un libro del revolucionario vietnamita Ho Chi Min, publicado en la década de 1960, sobre la guerra de guerrillas en las ciudades.
"¿Acaso esperaba dirigir la resistencia en la forma en que está ocurriendo en Irak hoy día? No lo creo", dijo Majid.
Hussein "no tenía esperanzas de triunfar frente al ejército de Estados Unidos, pero esperaba (...) una resistencia heroica donde se infligieran tantas bajas a las tropas norteamericanas que se vieran obligadas a detener su avance", explicó.
El intérprete también informó que Hussein insistía constantemente en que su personal no engordara. A menudo pesaban al personal del gobierno. Los que habían aumentado más de lo que debían recibían una advertencia y si no bajaban de peso eran castigados, según el interprete.