WASHINGTON.- El administrador civil estadounidense en Irak, Paul Bremer, emprendió la noche del miércoles su regreso a Bagdad con la misión de aumentar la presión sobre el Consejo de Gobierno iraquí, para obtener lo más rápidamente posible una constitución y acelerar el traspaso del poder.
El devastador atentado en el sur de Irak (que mató a 19 italianos y 9 iraquíes), en momentos en que Bremer se encontraba en Washington, parece haber aumentado en el Gobierno de George Bush la sensación de que es necesario acelerar una transferencia del poder a los iraquíes.
Tras reunirse con Bush y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, Bremer anunció que regresaba rápidamente a Irak para continuar las negociaciones con los miembros del Consejo.
"El mensaje que les llevo es que el presidente sigue firmemente decidido a vencer al terrorismo y a dar a los iraquíes la autoridad que ya están asumiendo rápidamente en el terreno de la seguridad y de la gestión de los ministerios", sostuvo.
Según publicó este jueves The Washington Post, Bremer lleva dos propuestas al Consejo de Gobierno, establecido por Estados Unidos tras la invasión de Irak.
Citando a altos funcionarios del gobierno Bush, que solicitaron el anonimato, el diario aseguró que existe irritación en Washington por la lentitud con la cual trabaja el Consejo y que se buscan alternativas para transferir el poder a los iraquíes.
Una de estas posibilidades, según un responsable de la secretaria de Defensa, sería la creación de un órgano legislativo y que incluso no se descarta convocar elecciones antes de que este lista una nueva constitución, una idea que había sido desechada inicialmente por Estados Unidos.
"Consideramos todo tipo de ideas. Queremos acelerar el ritmo de la reforma. Queremos acelerar nuestro trabajo para que el gobierno iraquí exista sobre una base legal", admitió el miércoles el secretario de Estado estadounidense Colin Powell.
