LONDRES.- El Gobierno británico rechazó la extradición del ex embajador iraní en Argentina Hadi Soleimanpour, por considerar que "no hay pruebas suficientes" sobre su presunta relación con el atentado antisemita de Buenos Aires en 1994.
El ministerio británico del Interior dio a conocer anoche su decisión de no proceder a la extradición del ex diplomático, arrestado el pasado 21 de agosto en Durham, al noreste de Inglaterra, a petición de la Justicia argentina.
Al mismo tiempo, Londres levantó también la orden de arresto que pesaba sobre Soleimanpour, solicitado por Argentina por su presunta implicación en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), perpetrado en Buenos Aires el 18 de julio de 1994, que causó 85 muertos y unos doscientos heridos.
"Puedo confirmar que el Ministerio de Interior acordó levantar la orden de arresto y ha descartado proseguir con el proceso de extradición", dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La decisión se conoció pocas horas antes de que Soleimanpour, de 47 años, se presentara hoy ante el tribunal de Bow Street, en Londres, encargado de tramitar los casos de extradición.
Soleimanpour, quien fue embajador iraní en Argentina entre 1991 y 1994, fue detenido en agosto pasado en su apartamento de Durham, adonde llegó en febrero con un visado de estudiante para matricularse en la universidad de esa ciudad.
El ex diplomático, que niega su participación en el devastador atentado, llegó a Durham para seguir un curso sobre turismo.
El pasado mes de septiembre, Soleimanpour fue puesto en libertad bajo fianza en Londres después de que un tribunal determinase que no había pruebas claras sobre su implicación en el atentado.
La fianza, cuya mayor parte fue pagada por el Gobierno iraní, fue fijada en las 730.000 libras (unos 1.095.000 dólares).
Su arresto había sido solicitado a la Interpol por el juez encargado del caso, el argentino Juan José Galeano, junto a la de otros siete ex funcionarios iraníes debido a su presunta vinculación con el atentado, considerado el más cruento de la historia del país latinoamericano.
El ataque fue perpetrado con un coche bomba -cargado con unos trescientos kilos de explosivos- que estalló ante la sede de la AMIA, situada en pleno centro de Buenos Aires.
El edificio de siete plantas quedó reducido a escombros y la Justicia argentina atribuyó en principio el ataque a la organización terrorista islámica Hizbulá.
Los representantes de la AMIA acusan al Gobierno iraní de haber planeado el atentado y a Hizbulá de perpetrarlo con ayuda de cómplices locales.
Dado que el ataque sigue impune, el Presidente de Argentina, Néstor Kirchner, prometió en julio pasado, durante un acto con dirigentes judíos para recordar el noveno aniversario del atentado, que los autores responderán ante la Justicia.
El arresto de Soleimanpour causó tensión entre Londres y Teherán a tal punto que el Presidente iraní, Mohamed Jatamí, advirtió de posibles "medidas fuertes" contra el Reino Unido.
Además, el Gobierno británico decidió el pasado septiembre cerrar su embajada en Irán después de que fuese atacada por unos desconocidos, que efectuaron varios disparos contra el edificio.
Pese a todo, Londres indicó en todo momento que las relaciones diplomáticas entre los dos países "no se han deteriorado" y que "siguen sin cambios".