PARIS, 15 (ANSA)- Un incendio devastó durante la noche dependencias del liceo judío de Gagny, en las afueras de París, sin causar víctimas.
El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, quien anunció una visita al lugar, aseguró que está convencido de que "se trata de una acción antisemita y racista".
"La palabra antisemitismo debe ser pronunciada, la honestidad impone no negar las evidencias. Cuando se provoca fuego en una escuela judía, es difícil pensar que no se trata de un acto antisemita", dijo el funcionario.
Sarkozy prometió "penas severas" para los autores de este nuevo atentado contra intereses judíos en Francia, que se inscriben en el marco de la crisis en Medio Oriente.
Las llamas comenzaron en la madrugada de hoy. Los bomberos apagaron el incendio después de varias horas de labor.
Al liceo concurren varones de religión judía, que no estaban en el lugar cuando se desencadenaron las llamas.
"Privilegiamos la pista criminal", dijo el alcalde del departamento de la Seine-et-Marne, Michel Sappin.
El edificio, de 4.000 metros cuadrados, quedó completamente destruido. Era una antigua fábrica adquirida por la Asociación Merzak Hatorah para ampliar la escuela.
La enseñanza se dictaba en un edificio contiguo, que no fue alcanzado por las llamas.
Las llamas se desencadenaron en dos lugares apartados uno de otro, y la policía constató que una ventana había sido forzada, lo que excluye de antemano la hipótesis de un accidente.
La lista de ataques contra establecimientos judíos es extensa.
Este año, el rabino Gabriel Farhi fue acuchillado en el estómago mientras se encontraba en su sinagoga, en París. Tres días después su auto fue incendiado.
En marzo, dos militantes judíos fueron agredidos en los alrededores de una manifestación en París contra la guerra en Irak.
En tanto, en julio, un grupo de alumnos de la escuela judía Jeunesse Beth Loubavitch en París fue atacado por desconocidos, al tiempo que el 17 de octubre el rabino Michel Serfaty fue asaltado en los alrededores de la sinagoga de Ris Orangis, en las afueras de la capital.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, los autores de los atentados no fueron identificados, lo que suscitó la indignación de la comunidad judía en Francia, donde viven asimismo entre 5 y 6 millones de musulmanes, que también denuncian habitualmente actos de discriminación.
