NUEVA YORK.- El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, pidió a las naciones preocupadas por el terrorismo que no sean muy duras con el control de la inmigración, en momentos en que el 3% de la población mundial vive fuera de su país de nacimiento.
Al destacar el esfuerzo estadounidense para reforzar sus fronteras como parte de su campaña anti-terrorista, Annan indicó que instaurar "fronteras más rígidas no es necesariamente la medida más inteligente".
"Cuanto más tratamos de regular la migración mediante controles fronterizos más rígidos, encontramos que se sacrifican más derechos humanos", indicó en una conferencia en la Universidad de Columbia en Nueva York.
Annan dijo que son legítimas las preocupaciones relacionadas a la seguridad, al igual que al trabajo y a los servicios sociales, pero recalcó que las soluciones "no dependen de detener la migración, una política nacida para fracasar".
Añadió que los trabajadores inmigrantes de todo el mundo enviaron 88.000 millones de dólares a sus familias en sus países de origen el año pasado, más de lo que dichas naciones recibieron en ayuda internacional.
"Aunque comprendo la necesidad de esta nación (Estados Unidos) de asegurar que aquellos que vienen aquí no son una amenaza a la seguridad nacional, sería una tragedia si este país diverso se priva de los beneficios que traen los extranjeros", agregó.
Annan indicó que Estados Unidos es "una tierra donde la renovación constante y la regeneración son esenciales para el carácter nacional. Ese carácter no debe perderse nunca".
Al hablar de forma más general, indicó que los países que aceptan inmigrantes generalmente se benefician de sus aportes aunque no les otorgan todos los derechos que les corresponden.
El secretario general agregó que sin ninguna institución mundial dedicada al tema, actualmente respalda la reciente formación de una comisión mundial de migración internacional.