TBILISI.- El Presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, dijo hoy que estaba dispuesto a discutir las demandas de la oposición, incluyendo una elección presidencial anticipada, si los manifestantes que piden su renuncia abandonan los edificios del Gobierno.
Se trata de la señal más clara de que podría considerarse una solución para poner fin a tres semanas de disturbios políticos que han arrastrado a la empobrecida república de Georgia a una crisis más profunda.
Las declaraciones de Shevardnadze se produjeron en medio de indicios de que incluso parte de sus fuerzas de seguridad se pasaron a la oposición.
"Todos los temas podrían ser discutidos, incluyendo la aceleración de la elección presidencial o la repetición de una votación parlamentaria", dijo el presidente a los periodistas.
Oficialmente, a Shevardnadze todavía le falta año y medio para culminar su periodo presidencial.
"Eso es, si ustedes lo quieren, un ultimátum. Debo exigirles que abandonen de inmediato los edificios que han sido ocupados por la fuerza. Y luego nos reuniremos y conversaremos", dijo.
"El estado de emergencia (anunciado el sábado) no entrará en vigencia hasta muy tarde esta noche o hasta mañana". dijo.
Poco antes, su ministro de Defensa dijo que el veterano líder no ha dado órdenes de utilizar la fuerza para contrarrestar la "oposición terciopelo", pero que el ejército estaba preparado para impedir que escale la crisis política.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, quien voló a Tbilisi antes del amanecer, se reunió con líderes de la oposición y después con Shevardnadze para tratar de mediar una solución a la crisis. Un líder de la oposición dijo que negociaciones sobre "un compromiso razonable" eran posible.
Ayer sábado, decenas de miles de manifestantes ocuparon las calles para exigir la renuncia de Shevardnadze, el que se vio forzado a huir del Parlamento y permanece en su residencia, en las afueras de la capital Tbilisi.
"El régimen de Shevardnadze ha fracasado. Su tiempo se le ha agotado", dijo Mijail Saakashvili, un abogado de 35 años que se educó en Estados Unidos y que encabeza la oposición.
Fueron las denuncias de que Shevardnadze había arreglado unas fraudulentas elecciones parlamentarias el 2 de noviembre las que desataron las protestas que amenazan con poner fin a 11 años de un gobierno cada vez más impopular.
El Presidente de 75 años, que ha sobrevivido al menos dos atentados de asesinato, es ampliamente responsabilizado por la agobiante pobreza del país.
Shevardnadze se veía cansado y nervioso cuando estuvo frente a las cámaras de televisión el domingo para reunirse con Ivanov. El propio círculo interno de Shevardnadze se ha dividido y había indicios de que algunas fuerzas de seguridad podrían pasarse a la oposición.
Un grupo de unos 200 hombres y mujeres, afirmando que eran miembros de la guardia nacional, se unieron el domingo a una marcha opositora.
"Hay otros en camino y toda la guardia nacional estará aquí", dijo un coronel.
Pero el ministro de Defensa, David Tevzadze, hablando por primera vez desde la ocupación del Parlamento, intentó demostrar que el Ejército sigue todavía bajo el control de Shevardnadze.
En medio de la crisis, Chevardnadze habría destituido al secretario del Consejo de seguridad nacional, Tedo Djaparidzé, nombrando en su reemplazo a Anzor Baulachvili, hasta el presente viceministro de Estado, anunció la presidencia.
El viernes pasado Djaparidzé reconoció importantes fraudes en las elecciones del 2 de noviembre, pero llamó al nuevo parlamento a comenzar a trabajar en espera de nuevas elecciones legislativas anticipadas.