JERUSALÉN.- Los Servicios Secretos de Israel en el exterior (Mosad) han recibido orden de "coordinar los esfuerzos contra el programa nuclear" de la República Islámica de Irán, informa hoy lunes el diario Haaretz, de Tel Aviv.
El Primer Ministro Ariel Sharon encomendó esa misión al comandante del Mosad, Meir Dagán, y también constituyó un comité ministerial ad hoc con el mismo fin, agrega el rotativo.
Irán, algunos de cuyos líderes abogan por la ’’desaparición del Estado sionista’’, es visto por las autoridades israelíes como su principal enemigo potencial aún sin ser un país árabe de entre los que mantienen el estado de beligerancia con este país desde 1948.
En el comité ministerial participarán los responsables de Defensa, el general retirado Shaúl Mofaz, y el de Asuntos Exteriores, Silván Shalom.
El comité, a cuyo frente estará Sharon, estará asistido por un panel de expertos que presidirá el jefe del Mosad e incluirá a jefes de los servicios secretos y de los distintos organismos de seguridad.
En 1981 la Fuerza Aérea israelí, por orden del entonces primer ministro Menajem Beguin, destruyó el reactor nuclear de Irak, Osirak en Tauita, a 17 kilómetros de Bagdad.
Todos los organismos encargados del seguimiento de los esfuerzos que haga el Gobierno de Teherán para adquirir poderío nuclear deberán informar de sus hallazgos a Dagán.
La Comisión de la Energía Atómica de Israel se centrará en los aspectos tecnológicos y profesionales, y mantendrá contactos con la Agencia Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena, y el Ministerio de Exteriores con gobiernos extranjeros para persuadirles de que tomen medidas contra "la amenaza iraní", agrega el Haaretz.
El Consejo Nacional de Seguridad de Israel coordinará las actividades de Israel en un comité mixto con Estados Unidos, y el Mosad entablará vínculos con otros servicios secretos del mundo.
Israel, según la prensa extranjera, es la única potencia atómica en Oriente Medio y, según expertos británicos, cuenta con alrededor de 200 artefactos nucleares en sus arsenales, lo que constituye su principal fuerza de disuasión.
Israel, que nunca lo han confirmado, y sistemáticamente se opone a una inspección de su reactor atómico en Dimona, en el desierto meridional del Néguev, asegura que "no será el primer país en emplear armas nucleares" en la región.