BOGOTÁ.- La entrega de armas que harán este martes 800 miembros del bloque Cacique Nitubara será el primer paso hacia la conformación de un movimiento político legal en Colombia, señaló uno de los jefes de esa agrupación paramilitar en entrevista difundida hoy por la prensa bogotana.
"Ahora vamos en el camino hacia la creación de un movimiento político que le dé desarrollo práctico a una propuesta de capitalismo con sentido social", declaró a la revista "Semana" Giovanni Marín, alias "Comandante R", máximo responsable político de ese bloque.
Explicó que uno de los "ejes fundamentales" de dicho movimiento será "el compromiso para involucrar a los demás actores en la necesidad de dejar las armas", al tiempo que desechó la posibilidad de que el desarme se convierta en un ’show’.
"Siempre hemos sabido desde el principio que en algún momento nos tocaría buscar un diálogo con el gobierno, para desde la legalidad, continuar con nuestra ideas", añadió el jefe paramilitar, quien dijo que se tratará de "un movimiento político sencillamente de derecha".
"Comandante R" defendió la decisión de ese bloque de abandonar la lucha armada, al indicar que sus miembros decidieron desarmar su estructura militar como una prueba del deseo de construir "una ciudad más pacífica, donde reine la convivencia".
El bloque Cacique Nutibara llegó a tener en menos de cinco años el control del 80 por ciento de los barrios de la ciudad de Medellín, la capital del departamento de Antioquia (noroeste), tras librar una guerra "a sangre y fuego" en contra de los grupos rebeldes.
Los 800 paramilitares que entreguen sus armas mañana darán inicio en firme al proceso desmovilización de esos grupos de ultraderecha, que durante dos décadas sembraron el terror y obstruyeron el frustrado diálogo con las guerrillas.
El grupo de combatientes, conformado en su mayoría por obreros entre 17 y 28 años, se congregará en el municipio de La Ceja (noroeste), para entregar su armamento e reincorporarse a la vida civil, en un histórico acto que ha generado expectativas de todo tipo.
La desmovilización de los ultraderechistas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) hace parte del polémico proceso de paz que celebran con el gobierno colombiano desde el pasado 15 de julio.
La mayoría de los desmovilizados corresponde a jóvenes que ingresaron a la guerra hace uno o dos años y que ahora sueñan con poder trabajar independientemente o capacitarse en algún oficio, según una encuesta realizada por las autoridades entre los mismos paramilitares y difundida por "El Espectador".
La ceremonia de entrega de armas se cumplirá en presencia de las autoridades de Medellín y del comisionado presidencial para la paz, Luis Carlos Restrepo, quienes coordinan los planes para la reinserción de los paramilitares.
Las autoridades dispusieron para tal efecto de un amplio recinto ubicado en La Ceja, donde los paramilitares se refugiarán durante unas tres semanas mientras culmina su fase de reincorporación a la vida civil.
Asimismo, habilitaron un centro de cómputo para que la Fiscalía pueda revisar los antecedentes de cada uno de los desmovilizados y verificar si pueden ser incluidos dentro del plan de reinserción.
Un comité de verificación, por su parte, se encargará de realizar el respectivo inventario de armas y comprobar que la totalidad de las mismas queden en manos de los organismos oficiales.
Hace cuatro meses, las AUC y el gobierno del presidente Alvaro Uribe dieron comienzo a un proceso formal de paz con la firma de un acuerdo que prevé la desmovilización, antes de finalizar 2005, de la totalidad de los miembros del grupo paramilitar.
