BRASILIA.- El Movimiento de los Sin Tierra de Brasil decidió aceptar el pedido para ser "más pacientes" que les hizo la semana pasada el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y declaró una nueva tregua en sus ocupaciones de haciendas.
El coordinador nacional del Movimiento de los Sin Tierra (MST), Joao Paulo Rodrigues, dijo, en declaraciones publicadas hoy por el diario "O Globo", que la organización suspenderá las invasiones de tierras hasta mediados del 2004 para darle plazo al Gobierno a que ponga en marcha su prometida reforma agraria.
"Si a mediados del próximo año el Gobierno no ha cumplido sus promesas, pueden estar seguros de que los trabajadores rurales, y no sólo el MST, sino todos los movimientos sociales, volverán a la lucha como lo hicieron durante los otros gobiernos", dijo Rodrigues.
La tregua en las invasiones fue anunciada cuatro días después de que Lula, en un discurso ante unos 3.000 campesinos que habían marchado hasta Brasilia para reivindicar mayor prisa en la reforma agraria, solicitara "más paciencia y confianza" en su gobierno.
El MST ya había concedido una tregua en sus ocupaciones a mediados del año pasado para no perjudicar la campaña electoral de Lula, pero reinició las invasiones de haciendas productivas en enero, poco después del cambio de gobierno.
Pese a haber prometido que entregaría tierras a unas 60.000 familias de campesinos desposeídos en su primer año de administración, Lula admitió recientemente que tan sólo logrará asentar unas 30.000 familias hasta finales de 2003.
El MST siempre fue un aliado histórico del socialista Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, pero la lentitud de la reforma agraria prometida por el presidente socialista impacientó a los campesinos sin tierra, que en los nueve primeros meses de este año ocuparon 202 haciendas contra las 103 de todo el año pasado.
En la reunión que tuvo el viernes con los dirigentes del MST y de otras organizaciones campesinas, Lula afirmó que está dispuesto a cumplir todas sus promesas de reforma agraria.
"Pueden estar seguros de que haremos la reforma agraria con la objetividad necesaria, pero de la manera que sea posible y dando prioridad a quienes más la necesitan", dijo el mandatario.
Simultáneamente, el Gobierno anunció que el proyecto de reforma agraria de Lula prevé, hasta 2006, la expropiación de tierras en todo el país para beneficiar a 400.000 familias y la concesión de créditos para que otras 130.000 familias puedan adquirir sus terrenos.
El MST exige que el gobierno socialista realice una reforma agraria que beneficie a un millón de familias y que sean asentadas inmediatamente 120.000 familias que viven en campamentos de la organización.
"El Gobierno tiene derecho a presentar las propuestas que considera viables. Aunque no sea el número deseado, 530.000 familias atendidas ya es bastante", afirmó Rodrigues.
