LONDRES.- Gran Bretaña advirtió hoy de que está considerando vetar la futura Carta Magna de la Unión Europea (UE) si las competencias en temas de impuestos, defensa, política exterior y seguridad social no quedan en manos de los respectivos gobiernos del bloque, informaron hoy fuentes cercanas a Downing Street.
Redactar una nueva Constitución no es una tarea fundamental para la Unión, indicaron las fuentes, en una clara maniobra calculada de filtración intencionada a la prensa.
De acuerdo con las fuentes, es "altamente deseable" que la UE se dote de una Carta Magna, aunque -se matiza- ello "no es absolutamente necesario".
El portavoz del Primer Ministro británico, Tony Blair, fue preguntado por esta versión que ni confirmó ni desmintió, matizando que Londres sigue firme junto con el resto de socios comunitarios en favor de una Carta Magna.
"No estamos hablando de fracaso. Nuestra postura es que seguiremos trabajando estrechamente con nuestros socios para llegar a un acuerdo. La postura negociadora de Gran Bretaña ya ha sido explicada muy claramente y la seguimos subscribiendo", subrayó.
Desde círculos cercanos a Downing Street se quiere transmitir el mensaje unívoco de que el Reino Unido no está dispuesto a renunciar a sus exigencias, que imponen sensibles restricciones a los poderes de la nueva Carta Magna, cuyo borrador fue presentado el pasado verano (europeo) por la Convención, encabezada por el ex presidente francés Valery Giscard D’Estaing.
Con este mensaje, Londres quiere dejar totalmente claro que las competencias en materia impositiva, de defensa nacional y de política social que tenga la futura Constitución no serán en ningún caso objeto de trueque político y no serán nunca objeto de negociación.
Un borrador de Constitución ha sido publicado por el gobierno italiano, que ejerce hasta fines de diciembre la presidencia semestral rotativa del bloque.
Está previsto que el tema de la Carta Magna de la Unión sea el principal objeto de disputa entre los líderes europeos en la cumbre que celebrarán los próximos 12 y 13 de diciembre en Bruselas.
El secretario británico del Tesoro, Gordon Brown, ha comunicado a sus colegas europeos que Londres rechazará con especial ímpetu los intentos por armonizar el IVA y otro tipo de impuestos.
La opinión pública británica es especialmente euro escéptica y el Partido Conservador es el principal adalid del antieuropeísmo, hasta el punto de pedir la salida del Reino Unido del bloque y de fomentar una alianza más estrecha con Estados Unidos y con los países del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.