NUEVA YORK.- Tras décadas de vuelo supersónico, el último viaje del Concorde fue un lento traslado a bordo de una barcaza hasta su destino final: el Intrepid Sea, Air & Space Museum de Nueva York.
El Concorde más rápido en la flota de British Airways, construido en 1976 y que realizó su último vuelo a principios de este mes, fue trasladado en una barcaza por el río Hudson hasta el museo, donde fue recibido con una ceremonia oficial.
El traslado del avión supersónico desde el barrio neoyorquino de Brooklyn a la isla de Manhattan tomó casi el mismo tiempo del que solía utilizar para cruzar el Océano Atlántico.
La cabina de pilotos y la sección de pasajeros del Concorde, con matrícula G-BOAD, estará abiertas al público en la primavera del 2004. En un período de seis meses a un año se construirá una sección del museo dedicada a la evolución del vuelo supersónico, de acuerdo con Jerry Roberts, vicepresidente del museo.
Uno de los siete aviones Concorde de British Airways, el G-BOAD era el más rápido y en 1996 impuso un récord trasatlántico al volar de Nueva York a Londres en dos horas, 52 minutos y 59 segundos.
"Este es el mejor espécimen y el orgullo de la flota", dijo Roberts.
El Concorde, que era el único avión comercial supersónico, fue retirado de servicio el mes pasado por British Airways y en mayo por Air France, después de que sus altos costos de operación se elevaron aún más tras el accidente de un avión de Air France que mató a 113 personas en julio del 2000.