BAGDAD.— Las fuerzas estadounidenses detuvieron a la esposa e hija de un importante subalterno de Saddam Hussein, sospechoso de planear los ataques contra las tropas estadounidenses, mientras que uno de los principales oleoductos del país era pasto de las llamas el miércoles.
Horas después de que fuertes explosiones fueron escuchadas en el centro de Bagdad, cerca de los cuarteles estadounidenses, el secretario de Relaciones Exteriores británico, que realiza una visita al país, dijo que Irak sería un lugar más seguro una vez que la coalición británico-estadounidense entregue el poder a un Gobierno iraquí.
Soldados de la IV División de Infantería de Estados Unidos con sede en Samarra, 115 kilómetros al norte de Bagdad, arrestaron a la esposa e hija de Izzat Ibrahim al-Douri, un subalterno del depuesto dictador, dijo el vocero de la división, el teniente coronel William MacDonald, el miércoles.
Bajo el mando de Saddam, al-Douri fue vicepresidente del gobernante Comando del Consejo Revolucionario, y poco antes del inicio de la guerra el 20 de marzo, Saddam lo puso bajo el control de las unidades de defensa en el norte del país.
Funcionarios estadounidenses dicen considerar que al-Douri planeó algunos de los ataques contra sus fuerzas y la semana pasada ofreció 10 millones de dólares a cambio de información que permitiera su captura. Al-Douri era el número seis dentro de la lista de los 55 iraquíes más buscados.
MacDonald indicó que un hombre, al cual identificó como hijo de un médico, fue detenido también el martes, pero no dio más información sobre él.
Mientras tanto, un importante oleoducto que une los campos petroleros en el norte de Irak con la principal refinería del país se encontraba en llamas el miércoles, dijeron testigos.
Llamas y humo negro se proyectaron al cuelo desde la tubería, cercana a una carretera en el desierto en las inmediaciones de la población de Sharkat, 50 kilómetros al norte de Beiji, donde se encuentra la principal refinería iraquí, dijeron testigos.
Se carece de información sobre las causas del incendio. La localización de las llamas es a unos 220 kilómetros al norte de la capital, en el llamado Triángulo Sunita, donde grupos guerrilleros han atacado en varias ocasiones a los oleoductos que unen a los campos petroleros iraquíes con Turquía.
El sabotaje de los oleoductos y otras infraestructuras se ha convertido en un problema para la coalición encabezada por Estados Unidos y sus socios iraquíes, mientras tratan de reactivar la gigantesca industria petrolera del país, pieza clave para su recuperación.
Irak tiene las segundas reservas comprobadas de petróleo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Pero muchas empresas esperan ver primero un incremento en la seguridad contra los ataques de militantes opuestos a la ocupación encabezada por Estados Unidos, antes de pensar siquiera en invertir en ella.