NAPOLES.- Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) negociaban este viernes por la mañana en la ciudad italiana de Nápoles (sur) el texto de la primera Constitución de la Unión, que deben cerrar en diciembre, sin entrar en los temas más polémicos, la reforma institucional y la mención del cristianismo.
Los cancilleres de los Quince y de los 10 países que se adherirán en la UE en 2004 debatían una propuesta de la actual presidencia, que ejerce Italia, que no ofrece una solución al tema más controvertido de inclusión de las raíces religiosas de la UE "más adelante", y no sólo sobre "la herencia cristiana sino también sobre la naturaleza secular (principio de laicismo) de las instituciones de los países de la UE", con lo que se mostraron de acuerdo muchos países, según fuentes de la presidencia.
Varios países, entre ellos la propia Italia, España, Irlanda, Portugal, Polonia, República Checa y Eslovaquia, defienden esta mención, frente a Francia y Bélgica.
La propuesta italiana también deja para más adelante una solución al voto por mayoría en el consejo de ministros, reforma que provoca un fuerte rechazo de España y Polonia, que se niegan a cambiar el sistema del último tratado europeo, el de Niza -que aún no ha entrado en vigor- porque aseguran que perderán más peso en la UE.
La canciller española, Ana Palacio, se declaró "decepcionada" ante sus homólogos porque la propuesta no da respuesta al problema español, mientras que otros países con problemas encuentran soluciones incluso volviendo atrás en los tratados, reprochó, según fuentes de la UE, en alusión a Alemania y Francia, que esta semana se libraron de respetar el Pacto de Estabilidad económica.
El canciller italiano, Franco Frattini, declaró este viernes en el diario Il Mattino que la presidencia busca soluciones institucionales "tratando de mantener el equilibrio del proyecto del tratado" que España rechaza, pero invitó a otros países a hacer nuevas propuestas institucionales, lo que los ministros harán el sábado.
La víspera, el viceministro polaco de Exteriores, Jan Truszczynski, aseguró que su país quiere "llegar a un acuerdo", "pero no hay que poner a Polonia y España contra la pared con la única alternativa de responder sí o no".
Este viernes los cancilleres debatían la nueva propuesta, que sugiere que en materia de política exterior se facilite la toma de decisiones con más votos por mayoría, en detrimento de la unanimidad.
Durante la cena, los ministros hablarán del futuro de la política de defensa que será plasmada en la carta magna, lo que plantea divisiones entre países.
Tras esta ronda, los ministros se verán una vez más en Bruselas antes de pasar el testigo a los jefes de Estado y de gobierno, que pretenden llegar a un acuerdo sobre el tratado constitucional en la cumbre del 12 y 13 de diciembre en la capital europea.