CARACAS.- La oposición venezolana llevó a cabo hoy la segunda jornada de la campaña de recolección de firmas para pedir un referéndum que ponga fin al mandato del presidente Hugo Chávez, entre incidentes aislados de violencia y denuncias de que los militares han entorpecido el proceso.
El estallido de dos granadas en la sede del partido opositor Copei y en la vivienda de un líder de la opositora Coordinadora Democrática (CD) en la localidad de Punto Fijo, a 370 km al noroeste de Caracas, marcó la jornada.
Otros dos petardos estallaron en la céntrica sede caraqueña del Consejo Nacional Electoral (CNE) provocando tensión.
En tanto, miles de personas continuaron acudiendo a los centros de votación del residencial este de Caracas, pero la afluencia era escasa en las primeras horas en las zonas populares y empobrecidas del oeste de la ciudad, bastiones tradicionales de Chávez, reseñaron reportes de televisión.
La oposición busca unos 2,4 millones de firmas para activar la consulta contra el mandatario y 34 diputados oficialistas en una campaña de recolección de rúbricas que se extenderá hasta el lunes.
Ezequiel Zamora, vicepresidente del CNE, denunció que militares del Plan República, que despliegan las fuerzas armadas para velar los procesos electorales, han "entorpecido" la labor en algunos centros de recolección de firmas. "Este es un operativo donde el Plan República no cumple otra misión que la de custodia del material, traslado y seguridad del mismo (...) Ellos no tienen por qué estar interviniendo en los procesos", manifestó Zamora.
El dirigente opositor, Enrique Mendoza, denunció que el 60% del atraso presentado el viernes en los centros de recabación de firmas se debió a "fallas" y "transgresiones" de los efectivos militares. "Tenemos soldados pidiendo cédulas, tratando de manipular el material y determinando cosas que van más allá de sus funciones que son las de guardia y custodia del proceso", afirmó a una emisora local Mendoza, el democristiano gobernador del céntrico estado Miranda y dirigente de la CD.
El vicepresidente José Vicente Rangel desestimó estas críticas. "No queremos señalar que se trata de una campaña aviesa (contra los militares), no queremos llegar a ese extremo, pero en algunas actitudes se colocan muy cerca de ese extremo", dijo Rangel.
La oposición detalló sus denuncias al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, quien arribó este mismo sábado. No obstante, Gaviria señaló que "el proceso va bien, los ciudadanos pueden ir tranquilos a firmar. Creo que hay garantía para eso y, cualquier incidente que haya, creo que hay que tramitarlo por el Consejo Nacional Electoral (CNE)". "En la calle sí ha habido incidentes, pero no hay que exagerar sobre sus consecuencias", agregó.
"En general, el CNE ha respondido con eficacia. El sistema ha funcionado bastante bien, el 97% de los centros no han presentado problemas y eso es algo que nos produce satisfacción a todos", acotó Gaviria.
Asimismo, señaló que "se ha avanzado en la cobertura informativa. No puedo decir que no hay quejas, pero sí hemos avanzado y en ese sentido se ha facilitado la conformación del clima de paz y tranquilidad que se respira en el país".
El secretario general del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, afirmó que "los incidentes que se han presentado, no solo han sido por culpa de cabos o militares de bajo rango, sino que se han visto involucrados oficiales generales".
El líder de AD dijo que un general habría cerrado la frontera del estado Táchira (600 km al suroeste de Caracas) entre Venezuela y Colombia, para impedir que venezolanos que se encontraban en el vecino país acudan a firmar.
El vicepresidente Rangel explicó posteriormente: "cerramos selectivamente la frontera con Colombia, pero no impedimos que pasen (...) camiones con productos alimenticios, hay un suministro normal en la frontera". "Es una medida interna, y creo que no perjudica (a Colombia) en absoluto porque el comercio está garantizado", apuntó al explicar que se cerró la entrada a "personal del vecino país que llegaban con cédulas que no estaban en el registro electoral".
Los procesos revocatorios no tienen precedentes en este país y fueron consagradas por primera vez en la Constitución de 1999 a instancias del propio Chávez.
Unos 5.400 observadores nacionales e internacionales vigilan la recolección de firmas opositoras, que también está supervisada por 60.000 efectivos militares, señalaron fuentes del CNE.