MADRID.- El Presidente del gobierno español, José María Aznar, aseguró hoy en un comunicado institucional de prensa en Madrid que los siete agentes españoles asesinados ayer en Irak fueron víctimas "del fanatismo terrorista".
En la sala de prensa de La Moncloa, sede del Gobierno, Aznar subrayó que en estos momentos de dolor para España "la retirada (de Irak) sería el peor de los caminos posibles". "La comunidad internacional afronta el desafío de una tiranía que se resiste a desaparecer", agregó Aznar.
El Presidente español puntualizó que los fallecidos murieron "cumpliendo con su deber" y que eran plenamente concientes del riesgo que asumían.
"A pesar del riesgo quisieron luchar contra el terrorismo que nos amenaza aquí y allí", dijo el jefe del ejecutivo español, en una declaración de unos cinco minutos de duración.
El "odio fanático" de los terroristas que mataron a los siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dijo Aznar, "nos ha dejado imágenes que no deberemos olvidar jamás".
El Presidente del gobierno español se refería a las imágenes del canal británico de televisión Sky News en las que se veía a varios iraquíes celebrando las muertes y haciendo ademán de patear los cadáveres de los asesinados, que yacían inertes en el suelo, tras el atentado.
El terrorismo -alertó Aznar- golpeará "tantas veces como pueda". Al mismo tiempo, recordó que España ha sufrido con especial intensidad el golpe del terrorismo, en referencia a la organización armada vasca ETA.
"No hay fronteras en la lucha contra el terrorismo", insistió el Presidente del gobierno español.
Los cadáveres de los siete agentes asesinados, así como el octavo miembro del contingente atacado, y que resultó herido, llegarán esta tarde a España procedentes de Kuwait. El avión que los traslada, un Airbus A-310 de la Fuerza Aérea española, aterrizará cerca de las 18:30.
El ministro español de Defensa, Federico Trillo, se trasladó a la zona para agilizar los trámites de repatriación de los cadáveres. En la acción sangrienta, ocurrida en una emboscada con granadas y fuego de ametralladoras a 30 kilómetros al sur de Bagdad, murieron siete agentes españoles y uno sobrevivió.
España tiene desplegados en Irak a cerca de 1.300 soldados. Los militares españoles están enmarcados en la "Brigada Plus Ultra", que además de efectivos de España también cuenta con soldados de Honduras, El Salvador, Nicaragua y la República Dominicana.