MADRID.- Los restos mortales de los siete agentes del Centro Nacional español de Inteligencia (CNI) víctimas de un ataque ayer en Irak llegaron hoy a la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid.
El Airbus-310 que trasladaba desde Kuwait los féretros y al herido, único superviviente de la acción perpetrada a 30 kilómetros al sur de Bagdad, aterrizó en el aeródromo hacia las 19.00 hora local (18.00 GMT).
En el avión viajaban también el ministro español de Defensa, Federico Trillo, y el director del CNI, Jorge Dezcallar, quienes viajaron ayer mismo a la zona para proceder a la repatriación de los fallecidos y del herido, José Manuel Sánchez Riera.
A pie de pista esperaban, junta a familiares de las víctimas, los vicepresidentes primero y segundo del Gobierno español, Rodrigo Rato y Javier Arenas, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, las principales autoridades militares y la presidenta del Gobierno regional de Madrid, Esperanza Aguirre.
Los féretros fueron descendidos del aparato envueltos en la bandera española y trasladados por miembros del Ejército de Aire, rodeados por un cordón de honor de la Policía Militar.
Tras un responso oficiado por el capellán de la base aérea, los féretros serán conducidos en coches fúnebres hasta el Hospital Central de la Defensa de Madrid, donde se practicará la autopsia a los cadáveres.
Los miembros del CNI muertos, con edades comprendidas entre los 36 y los 49 años, eran los militares Alberto Martínez González, Carlos Baró Ollero, José Merino Olivera, José Carlos Rodríguez Pérez, José Lucas Egea, Alfonso Vega Calvo y Luis Ignacio Zanón Tarazona.
Los ocho agentes españoles fueron víctimas de un ataque con granadas y fusiles, cuando viajaban en dos vehículos civiles hacia el sur de Irak en una misión de inspección dentro de las operaciones de revelo, ya que cuatro de ellos iban a regresar próximamente a España.
