RIO DE JANEIRO.- Un ejecutivo del grupo petrolero anglo-holandés Shell en Brasil, el estadounidense Todd Staheli, fue asesinado en extrañas circunstancias en su departamento de Río de Janeiro. Su esposa resultó gravemente herida, según informó hoy la Policía.
Staheli, de 39 años, y su esposa Michelle, de 34, al parecer fueron fuertemente golpeados y heridos con un objeto contundente, en un episodio que debió ocurrir entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, de acuerdo con los indicios sobre el hecho de que dispone la Policía.
La hija mayor del matrimonio, una adolescente de 13 años de edad, fue quien encontró los cuerpos de sus padres, según la información suministrada a medios de prensa locales por el jefe de la 16° Comisaría de Policía, Marcos Henriques de Oliveira.
La comisaría está situada en el residencial barrio de Barra da Tijuca, zona oeste de Río de Janeiro, donde el ejecutivo de Shell vivía en un exclusivo chalet.
El cuerpo de Staheli fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para establecer las causas de la muerte, mientras que su esposa fue ingresada en el hospital, donde fue sometida a una intervención quirúrgica.
El jefe del servicio de urgencias del hospital, el médico Joao Hering, dijo a la prensa que Michelle presentaba varios traumatismos con hemorragias en la cabeza, además de hematomas en el rostro, especialmente en la región de la nariz y de los ojos. Apuntó que al parecer los múltiples traumas fueron producidos por golpes ocasionados con un objeto contundente.
Las primeras informaciones suministradas por la Policía indicaban que la pareja había sido apuñalada, pero posteriormente peritos del Instituto de Criminalística que realizaron el levantamiento del cadáver de Staheli, descartaron que hubiera sido apuñalado.
La Policía indicó que se desconocen las circunstancias en las que se produjo la muerte del ejecutivo de Shell, toda vez que no se encontraron en el departamento señales de violencia o asalto, y que al parecer cuando ocurrió, los cuatro pequeños hijos del matrimonio estaban allí.
Ante las extrañas circunstancias del hecho, el comisario de Oliveira declaró a la prensa que lo único claro del caso hasta el momento era que se había cometido un homicidio y un intento de homicidio.
La Policía ya interrogó al chofer de Staheli, mientras que está buscando a la empleada del servicio doméstico que no trabaja en fin de semana. El matrimonio había llegado a Brasil hace apenas algo más de tres meses.