NACIONES UNIDAS.- Los terroristas de Al Qaeda están dispuestos a utilizar armas químicas y biológicas, según un informe divulgado hoy en la ONU que pide reforzar las sanciones impuestas a este grupo y presionar a los estados para su aplicación.
El informe fue presentado por el presidente del comité de la ONU encargado de las sanciones a Osama Bin Laden, Al Qaeda y los talibán, el embajador de Chile ante la ONU, Heraldo Muñoz, y por el presidente de un grupo de expertos encargado de controlar su aplicación, Michael Chandler.
En declaraciones de prensa, ambos consideraron "decepcionantes" los resultados obtenidos hasta ahora por el régimen de sanciones y criticaron a algunos países, sin nombrarlos, por su escasa o nula cooperación.
El documento hace una serie de recomendaciones, entre ellas reforzar el mandato del grupo de control, entre otras cosas para que tenga poderes para investigar el tema.
El informe, del que se han filtrado detalles en las últimas semanas, pone de relieve que "el riesgo de que Al Qaeda obtenga y use armas de destrucción masiva sigue en aumento" y que "lo único que impide" a los terroristas emplear armas químicas y biológicas "es la complejidad técnica de operarlas de forma adecuada y efectiva".
"También es muy preocupante su posible uso de una bomba sucia", agrega con relación a artefactos capaces de contaminar con radiación extensas zonas.
Muñoz destacó que uno de los problemas que encontró el comité es la "reticencia" de muchos países de informar sobre incautaciones de armas y explosivos presuntamente designados a los terroristas así como de la presencia de miembros de esos grupos en su territorio.
Muchos países saben que hay un tráfico ilegal de armas en su fronteras pero aseguran que tienen graves dificultades para afrontarlo, según el informe que cita el ejemplo de Yemen y Sudán, a donde llegan armas procedentes de Somalia.
También destaca su preocupación por la posibilidad de que salgan de Irak sistemas de defensa aérea ligeros y advierte que este país "se ha convertido en tierra fértil para Al Qaeda".
Chandler reconoció, no obstante, que es "demasiado pronto" para afirmar que el incremento de los ataques en Irak contra las fuerzas de la coalición sean obra de Al Qaeda o alguno de los grupos de esta red terrorista.
Por otra parte, Muñoz subrayó que el comité sólo ha recibido 83 informes de gobiernos sobre actividades realizadas para aplicar las sanciones, lo que significa que más de la mitad de los estados miembros de la ONU no han cumplido con la obligación de informar.
Respecto a la financiación de Al Qaeda y la exigencia de congelar todos sus activos, el embajador señaló que el impacto de esta medida ha sido mucho menor de lo que se esperaba y que los terroristas siguen contando con múltiples recursos.
Un aspecto preocupante, según dijo, es la falta de control sobre organizaciones caritativas utilizadas para financiar actividades terroristas.
"Incluso cuando las organizaciones benéficas han sido designadas, ha resultado difícil cerrarlas", dice el informe que cita el caso de la fundación Al Haramoin, que continúa sus operaciones en Somalia.
El documento señala que Al Qaeda ha movido parte de sus actividades a áreas de Africa, Oriente Medio y el sureste de Asia, que carecen de los recursos o la determinación para afrontar el problema.
Las sanciones sobre Al Qaeda y sus miembros fueron adoptadas en 1999 y reforzadas posteriormente para impedir la financiación del grupo, que crucen las fronteras y que compren armas.
La ONU ha creado una lista de individuos y entidades afectados por las sanciones, que incluye 371 nombres, lo que representa un pequeño número del total de asociados a la organización, lo que es prueba de la reticencia de algunos países de dar información.