PARÍS, Dic 3 (AFP) - El Gobierno francés declaró este miércoles al sureste de Francia zona de catástrofe natural a raíz de las fuertes lluvias de los últimos días que causaron inundaciones devastadoras, así como la muerte de cinco personas y la evacuación de otras 10.000.
El Presidente Jacques Chirac, acompañado por la ministra de Ecología, Roselyne Bachelot, y el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, viajaron al sur de Francia para observar la magnitud del desastre.
Desde el lunes fuertes lluvias azotaron el sureste de Francia y forzaron a evacuar numerosos pueblos amenazados por la crecida de los ríos, cortando también varias carreteras y la red ferroviaria.
Ante este diluvio, las autoridades enviaron a la región a 7.000 socorristas y 2.000 militares en las últimas horas.
"Frente a esta situación se necesita todavía la mayor vigilancia", declaró Chirac, quien viajó a la zona afectada antes de emprender una visita de tres días a Túnez.
El Gobierno del Primer Ministro Jean-Pierre Raffarin declaró a Marsella (sur), la segunda ciudad del país, así como su región, zona de catástrofe natural y otorgó un crédito de doce millones de euros.
Los socorristas hallaron este miércoles los cadáveres de dos personas dadas por desaparecidas la víspera, elevando a cinco el número de muertos causados por el mal tiempo.
En septiembre de 2002, las inundaciones habían dejado un saldo de 24 muertos en la misma región.
La ciudad de Montpellier (sur) quedó paralizada por las inundaciones y sus principales avenidas se convirtieron en auténticos torrentes, obligando a los habitantes a renunciar a utilizar sus vehículos.
En las afueras, los bomberos tuvieron que rescatar a unos veinte automovilistas que habían quedado atrapados en sus vehículos, mientras la mayoría de las tiendas de la ciudad decidieron cerrar sus puertas debido al diluvio que no dejaba de caer.
A proximidad de Montpellier la gendarmería localizó a una mujer embarazada que había sido dada por desaparecido.
El ministro Sarkozy declaró, sin embargo, que la situación en los veinte departamentos del sur de Francia afectados por las inundaciones estaba "bajo control".
El ministerio de Defensa envió a doce helicópteros para participar en las misiones de rescate, mientras la Cruz Roja abrió varios centros para albergar a cerca de 700 de los evacuados.
Las autoridades también tomaron la decisión de apagar los reactores nucleares de Tricastin (150 km al norte de Marsella) frente a la crecida del río Ródano. La víspera, ya habían hecho lo mismo con la central de Cruas-Meysse, que seguía inactiva este miércoles.
El viento y la lluvia dañaron cerca de 25.000 líneas telefónicas, entre ellas 8.000 en Marsella.
En el centro del país, varios municipios decidieron dejar las escuelas cerradas, mientras 4.000 personas se encontraban sin agua potable.