NUEVA YORK.- Una docena de efectivos del cuerpo de bomberos de Nueva York se ha divorciado para casarse con las viudas de sus compañeros muertos en los atentados del 11 de septiembre de 2001, dijo la prensa neoyorquina.
La información, publicada por primera vez por el diario "The New York Post", ha sido reflejada en todos los medios de comunicación, con entrevistas a las mujeres que han sido abandonadas por sus maridos.
Una de ellas es Susan Zazulka, quien en declaraciones a la cadena de televisión ABC explicó que su marido la dejó a ella y a sus cuatro hijos cuando se celebró el primer aniversario del 11 de septiembre.
"Me sentía muy orgullosa de mi marido. Estaba muy contenta de que saliera de él mismo el ayudar a las viudas y los hijos de sus amigos que ya no tenían lo que nuestros hijos tienen, un padre, y yo un marido", señaló Zazulka.
Otro caso es el de Mary Koeing, cuyo marido, también bombero, la abandonó a ella y a sus dos hijos por la viuda de su mejor amigo y colega de profesión, Madeline Bergin.
"El departamento de bomberos sabía que esto pasaba y los médicos expertos sabían que podría pasar y no hicieron nada para intervenir", indicó Koeing al diario "The New York Post".
Según psiquiatras como Barry Richman, la reacción de estos bomberos es algo normal, ya que "ven a estas mujeres que son vulnerables porque han perdido sus esposos, que deciden asumir el papel, además de activar sus fantasías de rescate".
Annie Kalayian, una psicoterapeuta entrevistada por la cadena ABC, señala que "la proximidad y el papel de rescatar a alguien alimenta esta familiaridad, cercanía e intimidad, que puede acabar en una relación sentimental".
Exactamente 343 bomberos fallecieron en los atentados contra las Torres Gemelas, y los que sobrevivieron hicieron lo posible para encontrar los restos mortales de sus colegas, así como asistieron a las familias de sus compañeros muertos.
Esta cooperación con los fallecidos en acto de servicio forma parte de una tradición arraigada en el gremio desde hace 100 años, que aunque no está escrita en papel, es un pacto de camaradería entre los efectivos del cuerpo de bomberos.
Esta tradición de encargarse de los familiares de las víctimas ha ido unida a muchas rupturas matrimoniales, aunque el departamento de bomberos de Nueva York (FDNY) no ha querido confirmar los casos específicos.
El portavoz del cuerpo de bomberos, David Billing, simplemente se limitó a decir que "se ha hecho mucho para apoyar a las familias de los fallecidos, así como a otros bomberos que sobrevivieron la tragedia".