LA PAZ.- El comandante de las Fuerzas Armadas, almirante Luis Aranda, descartó "totalmente" un eventual golpe de Estado en Bolivia sugerida hace unos días por el presidente del Senado ante la inestabilidad política del país, según declaraciones publicadas este domingo por el diario electrónico El Deber.
Ante la pregunta "¿garantiza que no se dé un golpe de Estado?, Aranda respondió "totalmente. Nosotros hace más de 21 años hemos aprendido a respetar la democracia, vivir en democracia", dijo el comandante de las Fuerzas Armadas.
Respecto a la afirmación del presidente del Senado, Hormando Vaca Diez, de que "se viene una dictadura militar que va a fajar a todo el pueblo", el almirante Aranda señaló que "con certeza" no existe "militar alguno (que) pueda liderar un proceso de esa naturaleza".
Aranda reemplazó en el cargo al general Roberto Claros, comandante de las FF.AA. durante la rebelión popular de septiembre y octubre, en la que alrededor de 80 civiles murieron y que derivó en la renuncia del Presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada.
Respecto a la lealtad expresada al anterior gobierno por las Fuerzas Armadas, Aranda puntualizó que "en ningún momento hemos apoyado a una persona, ni siquiera a un régimen, sino que hemos apoyado a un sistema y a la ley".
Señaló además que las acciones emprendidas durante la represión a las protestas contra Sánchez de Lozada se ajustaron al mandato constitucional.
"Está bien claro y establecido en la Constitución (política) que las Fuerzas Armadas deben garantizar la soberanía y la estabilidad del Gobierno legalmente constituido. Y también en otra parte dice que, si las fuerzas del orden son sobrepasadas, los militares podrán ser empleados en ese marco" explicó.
El jefe militar sustentó que "las investigaciones, el verdadero y objetivo análisis de los acontecimientos, van a establecer fehacientemente esa actitud" en los episodios luctuosos de octubre que expulsó a Sánchez de Lozada y produjo la sucesión constitucional en favor del vicepresidente Carlos Mesa.
Varias organizaciones políticas y de derechos humanos han solicitado que se investigue a los responsables puntuales de las decenas de muertes durante la convulsión social.
"Lo único que pediría es que se establezca la verdad, la realidad de los hechos, para que vean que en ningún momento la institución armada ha salido a reprimir, a masacrar, a hacer cualquiera de las barbaridades que se nos adjudican", señaló.
Agregó que durante las protestas los militares salieron "en cierto momento a desbloquear y nada más, o tratar de mantener el orden, hacer respetar un poco los derechos de todos los demás, la propiedad privada, la tranquilidad ciudadana, hasta incluso la vida y su seguridad".
El pasado 10 de octubre, en plena convulsión social, Bolivia recordó los 21 años de la recuperación del proceso democrático tras más de una década de gobiernos militares de facto.