MOSCÚ.- Aunque no estaba en juego su puesto, el Presidente ruso, Vladimir Putin, es el claro vencedor de las elecciones parlamentarias celebradas este domingo en Rusia.
No solamente "su" partido, Rusia Unida, es el más fuerte en la Duma (Cámara Baja), sino que incluso podría llegar a una mayoría absoluta de dos tercios que bastaría para modificar la Constitución.
Con este poder, Putin es más fuerte que nunca, aunque en sus declaraciones diga que los comicios fueron "un paso más para fortalecer la democracia" en Rusia.
"Vivimos a partir de hoy en una nueva Rusia", comentó por su parte el vicejefe de la administración del Kremlin, Vladislav Surkov. En su opinión, el tiempo de transición ha pasado y los perdedores, los comunistas y liberales, tienen que reconocer que "su misión histórica ha acabado".
"La victoria de Rusia Unida es una victoria del presidente Putin", sentenció, de cara a su probable reelección en marzo próximo.
El centrista Rusia Unida, el Partido Liberal Demócrata (LDPR) del nacionalista y populista de derechas Vladmir Zhirinovski y la alianza Rodina (Patria), escindida de los comunistas y encabezada por Serguei Glasjev, integran el bloque del Kremlin en la nueva Duma. El resultado fue tan sorprendente que los analistas y politólogos siguen sin poder explicárselo.
Muchos creen que los resultados se deben a la escasa participación. Hace cuatro años votó el 62 por ciento de los rusos, mientras que esta vez apenas llegó al 51 por ciento.
Las encuestas habían señalado antes de las elecciones que muchos rusos no confían en sus diputados y no veían el sentido de acudir a las urnas.
Los casi tres millones de personas que el domingo votaron "contra todos los candidatos" -una curiosidad del sistema electoral ruso- no hacen más que confirmar esta hipótesis.
A ello se sumaron los votos castigo, señala Serguei Markov, director del Instituto de Investigaciones Políticas de Moscú. De ello se beneficiaron sobre todo LDPR y Rodina "y con ello escupieron en la cara de los políticos", dice.
Uno de los perdedores, Anatoli Chubais, de la Unión de Fuerzas de Derecha, advirtió del peligro que significa el crecimiento de los nacionalistas y afirmó que hay que "destruir la peste negra".
La clara victoria de Rusia Unida, cuyo único programa electoral era el apoyo a Putin, estaba prevista, según los politólogos. El partido contaba con los recursos públicos y "no jugó según las reglas", opina Nikolai Popow, del instituto "ROMIR-Monitoring".
Otros puntos a favor los aportó la anulación del millonario Mijail Jodorkovski con ayuda de la justicia, después de que éste anunciara que apoyaría a la oposición.
Los perdedores callaban este lunes, mientras que los ganadores descorchaban botellas. Los comunistas escindidos de Rodina bebieron "Sovietskoye Champanskoye", mientras que en el LDPR hubo vodka "Zhirinovski". Putin, en cambio, se dedicó a darle agua en su casa a su perra Labrador "Konni", que en la noche electoral tuvo cachorros.
Los perritos, seis negros y dos blancos, ocuparon hoy las tapas de los diarios moscovitas. "Nesavissimaya Gazeta" hizo cálculos astrológicos: "¿Es un signo del cielo? Ocho es el número que como signo matemático representa al infinito, quizás también a los resultados electorales?".
Ya el domingo se habían multiplicado los chistes con los cachorros, y algunos creyeron ver en las diferencias de los colores la representación de la mayoría de los dos tercios en la Duma.