KABUL.- Las tropas de Estados Unidos iniciaron la mayor operación contra los talibanes y Al Qaeda desde que se encuentran en Afganistán, informó hoy, lunes, un portavoz militar norteamericano.
En declaraciones hechas en la base de Bagram, 40 kilómetros al noroeste de Kabul, el teniente coronel Bryan Hilferty explicó que, desde el pasado fin de semana, cuatro batallones con 2.000 soldados toman parte en la "Operación Avalancha", la mayor de las emprendidas por EE.UU. en los dos años que sus tropas llevan en Afganistán.
La operación, según Hilferty, se lleva a cabo en las zonas más peligrosas de Afganistán, el este y el sur, y durante su desarrollo "el enemigo no va saber donde atacamos, no va a saber que estamos haciendo".
El pasado sábado, cuando según Hilferty se inició la operación, nueve niños afganos y un adulto resultaron muertos al bombardear un avión estadounidense una aldea del este de Afganistán.
El Presidente afgano, Hamid Karzai, se mostró hoy "conmocionado" por esta nueva matanza de civiles por parte de las fuerzas estadounidenses y anunció que su Gobierno había enviado un equipo de investigación a la aldea de Hutala, cerca de la ciudad de Ghazni, unos 135 kilómetros al suroeste de Kabul.
Karzai señaló que los militares estadounidenses destacados en Afganistán deben "coordinar mejor en el futuro sus operaciones con el Gobierno afgano para asegurarse de que no vuelven a suceder incidentes como este", en el que afirmó que su administración "ayudará adecuadamente" a los familiares de las víctimas.
Ayer, domingo, un portavoz militar de EE.UU., el comandante Christopher West, informó de que las Fuerzas Armadas estadounidenses habían abierto una investigación sobre el hecho y, apostilló, "hasta que no tengamos los resultados, no podemos decir lo que exactamente ocurrió".
Según West, el avión A-10 Warthog que realizó el ataque lo hizo tras recibir "amplia información" de la presencia de un "conocido terrorista" en el lugar bombardeado y afirmó que era la décima persona muerta, junto a los niños.
Sin embargo, los habitantes de la aldea lo han negado y afirman, según las autoridades locales, que era un civil de 25 años "sin ninguna relación con el terrorismo".
Hoy, Hilferty no confirmó la declaración de West sobre la identidad de la décima víctima del bombardeo y señaló que se llevan a cabo "pruebas de ADN" para determinar de quien se trataba.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, criticó esta matanza, por la que se mostró "profundamente triste", y su portavoz, Fred Eckhard, dijo en Nueva York que "la lucha contra el terrorismo no se puede ganar a expensas de vidas inocentes".