TOKIO.- El gobierno de Japón aprobó este martes un plan para enviar tropas a Irak, una decisión trascendental que dará inicio a la misión más grande y peligrosa de militares japoneses en el exterior desde la Segunda Guerra Mundial.
El Primer Ministro, Junichiro Koizumi dijo que el controvertido plan, cuyos críticos dicen que está mal concebido y viola la constitución pacifista japonesa, permitirá que las tropas colaboren en los esfuerzos de reconstrucción pero no entren en combate.
"Están yendo a ayudar en actividades humanitarias y de reconstrucción", dijo Koizumi en una conferencia de prensa televisada.
"No ejercitarán fuerza militar, no van a la guerra", agregó, tras la reunión de gabinete que aprobó el plan.
La decisión, atacada por los partidos de oposición, fue tomada mientras las encuestas muestran que una gran mayoría del público japonés se opone al envío de tropas ahora.
Otra encuesta de la televisión pública NHK determinó que la mitad de los votantes japoneses apoyaría un eventual envío de tropas.
El debate se ha intensificado después de que dos diplomáticos japoneses murieran el mes pasado en un ataque en Irak.
El Primer Ministro dijo que tenía que balancear los fuertes lazos de seguridad con Estados Unidos, que presiona por el envío de tropas, con las preocupaciones internas que han aumentado tras la muerte de los diplomáticos.
"Hemos sido puestos a prueba para mostrar con acción, no sólo con palabras, nuestro compromiso con la alianza Japón-Estados Unidos y con la cooperación internacional", afirmó Koizumi.
Sólo minutos antes de la aprobación del gabinete japonés, el ejército estadounidense dijo que 41 soldados estadounidenses resultaron heridos en un ataque con coche bomba contra una base militar norteamericana en el norte de Irak.
Ningún militar japonés ha hecho un disparo en combate ni ha muerto en misión en el extranjero desde la Segunda Guerra Mundial, aunque tropas japonesas han participado en operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas desde que esto fue autorizado por una ley de 1992.
El plan permite el envío de hasta 600 militares en algún momento a partir del 15 de diciembre y por un período de un año. No estaba anunciada la fecha exacta del inicio de la operación.