BAGDAD.- El Consejo de Gobierno Transitorio iraquí votó la creación de un tribunal especial encargado de juzgar los crímenes del régimen de Saddam Hussein, mientras Washington espera impedir que empresas francesas, alemanas, rusas y canadienses participen en la reconstrucción de Irak.
"El Consejo de Gobierno aprobó durante la noche la creación de un tribunal penal iraquí para juzgar los crímenes contra la humanidad cometidos por los miembros del régimen de Saddam Hussein", dijo Muafffak Al Rubai, miembro de esta instancia ejecutiva iraquí instalada por Estados Unidos.
"Esos crímenes incluyen los perpetrados contra la república islámica de Irán, contra el Estado de Kuwait y contra los hijos del pueblo iraquí, ya sean árabes, kurdos, turcomanos, asirios, chiítas o sunitas, entre el 17 de julio de 1968 y el 1 de mayo" de 2003, dijo Al Rubai.
"El tribunal emitirá sus veredictos en función de la ley iraquí, pero también conforme al derecho internacional. Los jueces serán iraquíes y el tribunal podrá apelar a expertos extranjeros", agregó.
Según Al Rubai, el Consejo llegó a un acuerdo con la coalición dirigida por Estados Unidos para que los criminales del antiguo régimen sean entregados al tribunal para ser juzgados. Esta corte podría instalarse en el edificio que albergaba la dirección nacional del antiguo partido en el poder, el partido Baas.
El martes, el Pentágono indicó que una unidad iraquí especial estaba siendo formada en Bagdad para perseguir a los fieles al régimen de Saddam Hussein y los responsables de atentados suicidas contra las fuerzas de la coalición.
El partido Baas llegó al poder en Irak en 1968 mediante un golpe de Estado que instaló a la cabeza del país a Ahmed Hassan al Bakr, un primo de Saddam Hussein que 11 años más tarde cedió su lugar a este último.
Saddam Hussein y su régimen están acusados de violación a gran escala de los derechos humanos, de haber utilizado armas químicas contra la población kurda en los años 1980, y de haber reprimido de manera sangrienta la revuelta de los kurdos y los chiítas luego de la guerra del Golfo (1991).
Según organizaciones de defensa de los derechos humanos, varias decenas de miles de iraquíes desaparecieron durante el régimen de Saddam Hussein, que también está acusado de haber utilizado gases durante la guerra contra Irán (1980-1988).
Por otra parte, según un memorándum del Pentágono hecho público el martes, Estados Unidos excluyó de las propuestas públicas lanzadas para la reconstrucción de Irak a las empresas francesas, alemanas, rusas y canadienses, así como las de otros países que rechazaron asociarse a la coalición militar que derrocó a Saddam Hussein.
El subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, en una circular fechada el 5 de diciembre y publicada por el portal de internet del Pentágono, justifica esas exclusiones por razones "esenciales de seguridad" de Estados Unidos y por la necesidad de alentar a los países que han enviado tropas a Irak.
En Washington, el jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense Richard Myers reafirmó que las fuerzas de la coalición estaban ganando la guerra en Irak pese a los ataques de que son objeto.
"Yo diría que estamos ganando, quiero decir, está claro, estamos ganando", dijo, visiblemente molesto por una pregunta sobre las dificultades actuales de las fuerzas estadounidenses en el terreno.
En Bagdad, un banco del centro de la ciudad fue atracado y los asaltantes se llevaron un botín de 500.000 dólares, indicó el jefe de la policía iraquí Ahmed Ibrahim.